
Atribuyó la medida a la caída de la recaudación y negó despidos en el Estado

Redacción EL ARGENTINO
La ministra de Desarrollo Humano de Entre Ríos, Verónica Berisso, justificó la eliminación de horas extras en distintas reparticiones de la administración pública provincial al señalar que se trata de un “reacomodamiento en función de la caída de la recaudación”. La medida, que ya generó protestas por parte de trabajadores estatales, busca reducir gastos sin avanzar por ahora en despidos, según indicó la funcionaria.
“Hoy es la única herramienta que tenemos”, sostuvo Berisso en declaraciones a Canal Nueve, donde dejó en claro que el ajuste responde a un contexto financiero adverso. “Se ha determinado una redistribución. Los ministros somos los encargados de definir cuáles son las áreas neurálgicas que no pueden dejar de funcionar, y en función de eso se redistribuyen los recursos”, explicó.
La funcionaria aseguró comprender los reclamos de los trabajadores afectados. “Los respeto mientras estén a derecho y cumplan con toda la normativa vigente. Me parece incluso justo”, dijo. No obstante, remarcó que no hay margen presupuestario para sostener el nivel de erogaciones que implican las horas extra, y admitió que las posibles soluciones de fondo “llevarán tiempo”.
En este contexto, Berisso insistió en su “total disponibilidad al diálogo” y afirmó que las puertas de su despacho “siempre están abiertas”. También respondió a la preocupación sobre un eventual recorte de personal: “No estamos pensando en despidos. Hay reacomodamientos, como ocurre en todo gobierno, pero entiendo que el personal con estabilidad no será removido”.
Sobre la situación de los trabajadores contratados, fue más ambigua: “Están en esa condición, y cada gobierno decide si le sirven y si cumplen con los objetivos”.
Berisso también aprovechó para cuestionar el funcionamiento previo del área que encabeza. Aseguró que en el Ministerio “se han hecho cumplir algunas reglas que antes no se respetaban”. Como ejemplo, mencionó la implementación del control de asistencia: “Antes el empleado no fichaba y no se sabía si venía o no. Ahora hay normativas que se cumplen, y empezamos a ver algunas cuestiones que afloraron”.
La quita de horas extras se suma a una serie de medidas de contención del gasto que el Gobierno entrerriano viene aplicando en medio de una fuerte caída de los recursos provinciales. La incertidumbre sobre la continuidad laboral en algunos sectores y la reducción de ingresos han encendido señales de alarma en los gremios estatales, que ya comenzaron a organizar asambleas y manifestaciones en reclamo de respuestas.
Por ahora, el Ejecutivo apuesta a sostener la gobernabilidad mediante ajustes puntuales y sin avanzar en recortes más profundos. Sin embargo, el malestar entre los trabajadores crece, y el conflicto podría escalar si no se encuentran alternativas en el corto plazo.
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