El director del Distrito III de la Federación Agraria Argentina, Matías Martiarena, realizó un balance del año 2025 y compartió expectativas de cara a 2026.
Redacción EL ARGENTINO
Señaló que fue un período intenso, con múltiples desafíos pero también avances concretos producto del trabajo gremial y territorial de la entidad. La Federación Agraria tuvo una fuerte presencia, con reclamos firmes y gestión constante, siempre con el objetivo de defender al productor de menor escala y sostener la producción como forma de vida.
Uno de los ejes centrales fue el reclamo por las retenciones. Martiarena destacó que se logró una baja adicional de dos puntos porcentuales y el compromiso del presidente Javier Milei de continuar en ese camino hasta su eliminación. Además, se impulsa un proyecto de ley para disminuirlas de manera progresiva y segmentada, de modo que las primeras toneladas no tributen y el impuesto desaparezca gradualmente, aliviando a los productores más pequeños.
Emergencias, institucionalidad y lucha contra la garrapata
El año también estuvo marcado por emergencias climáticas y por la reactivación de la CORUFA. Martiarena fue designado consejero alterno en el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina y asumió la presidencia de la Fundación de Lucha contra la Fiebre Aftosa, reforzando la presencia institucional del distrito.
La problemática de la garrapata fue otro tema clave, con 1.025 focos registrados en Entre Ríos. Más de 350 establecimientos están siendo tratados y pasarán en marzo a la etapa de revisación para obtener el estatus de “libre”. Martiarena subrayó que convivir con la garrapata implica pérdidas de $220.000 por animal, mientras que erradicarla cuesta $35.000, y destacó que Entre Ríos es la única provincia con un plan superador.
En ganadería, reconoció que muchos productores aún se recuperan de cuatro años de sequía, con ventas forzadas y caída del stock, que lentamente comienza a recomponerse. En agricultura, los rindes fueron buenos, pero los precios no acompañaron y la presión impositiva sigue siendo elevada, con más del 60% de lo producido destinado a impuestos.
La reforma laboral también fue debatida, especialmente en relación con la citricultura y el trabajo estacional. Martiarena propuso sistemas de altas y bajas diarias con trazabilidad para garantizar derechos laborales sin poner en riesgo la viabilidad de las empresas.
Finalmente, destacó el rol de la Federación Agraria como entidad plural y representativa, con capacidad de renovación y compromiso con los pequeños y medianos productores. “El trabajo gremial muchas veces no se ve, pero está presente todos los días. El objetivo es simplificar la vida al productor y defender esta forma de vida que va más allá del negocio”, concluyó.