La comunidad educativa y vecinos se movilizaron frente a la escuela secundaria para condenar el ataque sufrido por la autoridad escolar. El hecho fue denunciado ante la Policía y generó amplio rechazo institucional.
Redacción EL ARGENTINO
La comunidad educativa de la Escuela Secundaria Nº2 “Sandalio Olivetti” de Villa del Rosario, departamento Federación, expresó un enérgico repudio a la agresión verbal y física que sufrió la rectora del establecimiento por parte de la madre de un alumno, en un hecho ocurrido esta semana y que ya fue denunciado ante las autoridades policiales.
El pronunciamiento se conoció durante una asamblea autoconvocada realizada el miércoles por la noche frente al edificio escolar, donde docentes, estudiantes, familias y vecinos manifestaron su indignación y preocupación por lo sucedido. En un documento consensuado, señalaron que el episodio constituye “un claro ejemplo de la creciente ola de violencia que se vive en las escuelas” y advirtieron que este tipo de conductas “no puede ser tolerado bajo ninguna circunstancia”.
La rectora Gisela Brutomeso fue agredida luego de que un alumno no pudiera promocionar una materia al haberse presentado fuera del horario establecido para rendir la mesa de examen. Según se informó, tras el reclamo inicial, la situación escaló y derivó en una agresión directa contra la autoridad escolar.
Desde la comunidad educativa destacaron que la institución “siempre se caracterizó por la escucha y el diálogo para la resolución de conflictos”, con un equipo directivo comprometido y una trayectoria marcada por la búsqueda de soluciones consensuadas. Por ese motivo, remarcaron que el ataque generó una fuerte conmoción en la localidad.
El hecho fue denunciado en la Comisaría Nº21 de Villa del Rosario y tomó intervención el jefe policial local, quien confirmó que la rectora realizó la presentación formal acompañada por el supervisor de zona. Además, trascendió que existirían antecedentes de situaciones conflictivas previas vinculadas al entorno familiar del estudiante.
La Dirección Departamental de Escuelas de Federación también expresó su repudio a lo ocurrido y sostuvo que resulta “inadmisible cualquier forma de agresión física, verbal o simbólica contra quienes cumplen la tarea de educar y acompañar a los estudiantes”. Desde el organismo remarcaron la necesidad de preservar la convivencia escolar y garantizar ámbitos seguros para el desarrollo de la actividad educativa.
La situación reabrió el debate sobre la violencia en el ámbito escolar y la necesidad de fortalecer mecanismos de prevención, diálogo y acompañamiento institucional para evitar que conflictos pedagógicos deriven en hechos de esta gravedad.