El Club Sarmiento reunió a vecinos, familias y amantes del boxeo en una noche inolvidable que tuvo como punto más alto el debut profesional de Julieta Boloque, vencedora por fallo unánime ante la uruguaya Alejandra Demaris.
Redacción EL ARGENTINO
El predio José “Toto” Gallop del Club Sarmiento vivió anoche una de las jornadas más intensas y emotivas de los últimos años. En un clima que combinó expectativa, nervios y celebración, la institución logró concretar un evento que venía gestándose desde hace meses y que, para su entrenador y organizador Lucas Traversa, representó “un sueño que empezó siendo personal y terminó siendo colectivo”, comentó a EL ARGENTINO.
La magnitud del encuentro exigió resolver imprevistos, desde el pronóstico del tiempo hasta ajustes técnicos de último momento, pero el objetivo nunca se perdió de vista: ofrecer una experiencia cuidada para todos los protagonistas del boxeo local. “Queríamos que el público, los boxeadores, las autoridades, todos, vivieran la mejor noche posible. Y ver la fiesta que se armó es la prueba de que valió la pena”, expresó Lucas, visiblemente emocionado tras el cierre.
El debut profesional de Julieta
En ese marco de celebración deportiva llegó uno de los momentos más esperados: el debut profesional de Julieta Boloque, una de las promesas del club. Julieta ganó por puntos en un fallo unánime a Alejandra Demaris de Paysandú.
La joven boxeadora dio el salto que soñaba desde sus primeros entrenamientos y lo hizo con una pelea intensa, exigente y cargada de simbolismo. “Fue lo que esperábamos: una pelea importante, con todos los condimentos. Es apenas el primer paso, pero un paso enorme”, destacó su entrenador a EL ARGENTINO.
“Fui la pelea de fondo, mi debut ante una rival que ya tenía experiencia. Fui trabajando progresivamente, pero buscando la pelea desde el primer minuto y llegando con los golpes más limpios”, dijo a EL ARGENTINO Julieta Boloque, todavía con la adrenalina del combate.
La boxeadora contó que uno de los momentos clave llegó en el tercer round: “Pude conectar una derecha que mandó a mi rival a la lona y recibió una cuenta de protección. No pudimos cerrar la pelea antes de que terminaran los cuatro rounds, pero ganamos muy bien ante una rival fuerte, que supo resolver después de su caída. Mis respetos hacia ella también.”
Sobre lo que significó vivir su debut profesional en el predio del Club Sarmiento, rodeada de familiares, amigos y vecinos, Julieta no dudó: “La viví con mucha emoción, ante toda mi gente. Fue una noche que no voy a olvidar.”
El combate mostró la madurez deportiva de Julieta, su capacidad para sostener la estrategia y su temple para enfrentar un escenario completamente nuevo. El público acompañó cada golpe, cada avance y cada respiro, consciente de que estaba presenciando el inicio de una etapa decisiva en su carrera. La noche cerró con aplausos, abrazos y la sensación compartida de haber sido parte de algo más grande que un evento deportivo.