Cinco organizaciones de la ciudad salieron al cruce del gobierno local. Cuestionaron la actual política de castraciones y aseguraron que los resultados presentados como exitosos lejos están de serlo. “¿Por qué, si saben cómo debe aplicarse el Programa, lo aplican mal?”, apuntaron.
Redacción EL ARGENTINO
La política de castraciones gratuitas llevada a cabo por la Municipalidad de Gualeguaychú vuelve a quedar en el centro de los cuestionamientos de las organizaciones proteccionistas de la ciudad.
A través de un comunicado, cinco espacios que trabajan voluntariamente con perros y gatos (Provoin, Patitas, Amores perros, El refu de Mario y Su, Refugio Annita) salieron al cruce de las cifras de castraciones dadas a conocer por el gobierno local.
“Las organizaciones proteccionistas de Gualeguaychú reunidas en Proteccionistas Unidos advierten: las cifras de castración publicadas por el Municipio no representan ningún avance”, expusieron. Al tiempo que expresaron una “profunda preocupación frente a la reciente comunicación oficial de la Municipalidad, que presentó 247 castraciones mensuales como un ‘avance’ en el control poblacional de perros y gatos”.
“Esa afirmación es técnicamente falsa y genera una grave desinformación pública”, cuestionaron. Y, en esta línea, recordaron que el Programa de Equilibrio Poblacional (PEP), plasmado en la ordenanza municipal 12.803/23, establece que para comenzar a controlar la sobrepoblación animal se necesitan: 833 castraciones por mes, todos los meses (ese es el “número de oro”), sumado al cumplimiento simultáneo de las seis características obligatorias de las castraciones, que deben ser gratuitas, masivas, sistemáticas, extendidas, tempranas y no excluyentes.
“Sin esas seis condiciones y sin las 833 mensuales, el programa no funciona”, remarcaron los proteccionistas. Y aclararon: “esto no es una opinión, es matemática, es epidemiología, es política pública basada en evidencia”.
En esta misma línea, desde Proteccionistas Unidos aseguraron que presentar las 247 castraciones de noviembre y las 326 de octubre como “logro” o “avance” es engañoso. Ya que “con esos números: no se frena la reproducción; no disminuye la sobrepoblación; no bajan los nacimientos; no mejora la salud pública; no se cumple la ordenanza; con esas cifras, la población canina y felina sigue creciendo más rápido de lo que se castra. Es decir: el problema no solo no mejora, sino que se agrava”.
“Falsa sensación de avance”
Por otro lado, el comunicado de Proteccionistas Unidos remarca el “riesgo de comunicar como ‘éxito’ lo que es un incumplimiento”. Ya que “cuando se presenta como un logro una cifra que está muy por debajo de lo que exige el PEP, lo que se genera es: desinformación social; una falsa sensación de avance; un uso ineficiente del dinero público; la continuidad del abandono, el maltrato, el sufrimiento animal y los riesgos sanitarios”.
En este sentido, interpelaron al Ejecutivo municipal: “¿Por qué, si saben cómo debe aplicarse el Programa, lo aplican mal?”, se preguntan los proteccionistas. Al tiempo que sostienen que el fracaso del PEP “no le sirve a nadie”, ni a la ciudad, ni a los animales, ni a la salud pública, ni al ambiente, ni a los contribuyentes.
“Solicitamos al sr. intendente Mauricio Davico y a los funcionarios responsables, Juan Ignacio Olano e Ivana Zecca, cumplir la ordenanza 12.803/23 vigente. Alcanzar las 833 castraciones mensuales exigidas por el PEP. Garantizar el cumplimiento completo de las seis características obligatorias. Reordenar el programa con criterio técnico y evidencia, no con improvisación. Capacitar al personal (es gratuito).
Dejar de comunicar como avances cifras que comprometen la salud pública y perpetúan el problema”, exigieron sobre el final del comunicado en el que también pidieron tener la “decisión política de aplicarlo (al PEP) como corresponde”, porque “cuando el PEP fracasa, pierde toda la ciudad”.