Impulsan convenios para reinsertar a internos entrerrianos en el trabajo

El Gobierno de Entre Ríos afianzó su política de reinserción social con la firma de dos convenios que vinculan al Servicio Penitenciario con organismos públicos y empresas privadas. Los acuerdos, rubricados este jueves, establecen una cooperación integral para desarrollar actividades productivas, de mantenimiento y de capacitación laboral dentro de las unidades penales, con impacto directo en la comunidad y fuertes beneficios para la población carcelaria.

La ceremonia estuvo encabezada por el ministro de Seguridad y Justicia, Néstor Roncaglia, quien definió la iniciativa como “un paso decisivo para profundizar la capacitación y la reinserción” de las personas privadas de su libertad. Roncaglia subrayó el valor de “un diálogo sostenido con instituciones estatales y empresas” para garantizar oportunidades concretas en todo el territorio provincial.

Uno de los convenios contempla la puesta en marcha de un Plan Pan Solidario, un proyecto diseñado por el Servicio Penitenciario que busca enseñar panadería a internos e internas, fortalecer su formación laboral y, al mismo tiempo, asistir a sectores vulnerables. El pan producido en los talleres se destinará a comedores comunitarios y organizaciones barriales de distintas ciudades. Para asegurar la materia prima, la distribuidora energética Enersa se comprometió a entregar mensualmente entre 20 y 40 bolsas de harina de 50 kilos tipo 0000. El aporte tendrá una vigencia inicial de cuatro meses y renovación automática si ninguna parte expresa objeciones.

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El mismo convenio incluye la instalación de una planta recicladora de neumáticos usados en dependencias penitenciarias. Con equipamiento sustentable, el objetivo es transformar cubiertas en desuso en materia prima para pisos de caucho o rellenos de asfalto, generando empleo interno y reduciendo el impacto ambiental de un residuo complejo. Además, los internos recibirán capacitación técnica y certificados oficiales para facilitar su inserción laboral al recuperar la libertad.

El segundo acuerdo amplía la colaboración con municipalidades y cooperativas locales para trabajos de mantenimiento, herrería, carpintería y pintura en escuelas, hospitales y espacios públicos. Las unidades penales cederán mano de obra entrenada, mientras que las instituciones beneficiarias aportarán materiales y supervisión profesional. De esta forma, se articulará un circuito virtuoso que combina formación práctica, servicio comunitario y ahorro presupuestario para el Estado.

Las autoridades penitenciarias destacaron que las iniciativas se integrarán a los actuales programas de educación formal, oficios y producción agrícola. “La reinserción comienza puertas adentro, con talleres que devuelven autoestima y habilidades reales”, señaló un directivo del área de Tratamiento.

Con estos convenios, Entre Ríos profundiza una estrategia que pone el acento en el trabajo como herramienta central de reinserción y reparación social, consolidando alianzas que acercan la cárcel a la comunidad y convierten la capacitación en una política sostenible más allá de la coyuntura económica.