
El Presidente reiteró que bloqueará los proyectos aprobados por unanimidad y calificó a la vicepresidenta de “traidora”.

Redacción EL ARGENTINO
Mientras el Senado votaba por unanimidad tres leyes clave en materia social —aumento a jubilaciones, prórroga de la moratoria previsional y emergencia en discapacidad—, el presidente Javier Milei ratificó públicamente que vetará todo lo aprobado. Además, lanzó duras críticas contra la vicepresidenta Victoria Villarruel, a quien volvió a llamar “traidora”, profundizando la interna libertaria.
El jefe de Estado formuló estas declaraciones durante una charla en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, donde dejó en claro que no habrá marcha atrás con su política de ajuste: “Nada de lo que está pasando nos sorprende. Estamos preparados y sabemos que vamos a ser exitosos”.
La sesión del Senado, celebrada el jueves, significó un duro revés para el oficialismo. La oposición logró aprobar los tres proyectos con el voto favorable incluso de senadores aliados y con la presencia de Villarruel en la presidencia de la Cámara durante parte del debate. El paquete fue presentado como una respuesta legislativa a la crisis social y económica que atraviesa el país, especialmente entre jubilados, personas con discapacidad y sectores que dependen de moratorias para acceder a la jubilación.
Lejos de ceder, Milei insistió con su mantra fiscal: “Vamos a vetar. Y si aún se diera la circunstancia de que el veto se cae, lo vamos a judicializar”. En un intento de minimizar el impacto político y social de las leyes sancionadas, agregó: “El daño que podrían causar sería mínimo, el de una mancha de dos meses que vamos a revertir el 11 de diciembre”.
En ese contexto, justificó la decisión con un argumento central de su gestión: el superávit fiscal. “La política del superávit es permanente”, dijo, y celebró lo que considera un éxito económico: “No solo logramos estabilizar la economía y salimos en V, sino que se trata de la salida más rápida de un programa económico exitoso en la historia argentina”.
Pero lo que más llamó la atención fue el ataque frontal contra su vicepresidenta. En declaraciones cargadas de metáforas y sarcasmo, la acusó de actuar en contra del Gobierno: “Aun cuando les claven puñales en la espalda, si ustedes sabían, probablemente tengan puesto un chaleco de seguridad y no pase nada”, ironizó. Y luego fue directo: “Esto lo hicimos con el 15% de la Cámara de Diputados, siete senadores, una traidora, pero con el mejor Jefe de Gabinete de la historia: Guillermo Francos”.
El entorno del presidente acompañó en bloque: Francos, Luis Caputo, Patricia Bullrich, Luis Petri, Mariano Cúneo Libarona, Sandra Pettovello, Federico Sturzenegger, Manuel Adorni y Santiago Bausili estuvieron presentes en el evento. También participaron figuras del empresariado, como los presidentes de YPF y la Sociedad Rural.
La tensión entre el Ejecutivo y el Congreso escala y no parece tener freno. Con la interna libertaria al rojo vivo, el veto presidencial será, además de un gesto de disciplina fiscal, un nuevo capítulo en la batalla política entre el presidente y su propia vice.
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