El exministro cuestionó el modelo económico, el DNU 70/23 y la postura de dirigentes de la UCR que acompañaron medidas oficiales, mientras impulsa un espacio interno que reivindica la tradición socialdemócrata del partido.
Redacción EL ARGENTINO
Federico Storani, exministro del Interior y una de las voces históricas del radicalismo, trazó un balance crítico del rumbo político y económico del país. Según su análisis, el gobierno de Javier Milei parte de un “diagnóstico equivocado” y aplica un programa que reproduce viejas recetas que ya fracasaron.
A contramano del discurso oficial, sostuvo que, el ajuste, no lo paga “la casta”, sino los trabajadores con ingresos fijos y, de manera más grave, los jubilados, a quienes describió en una situación “desastrosa”. También cuestionó la paralización total de la obra pública y los recortes en educación superior, ciencia y tecnología.
Un modelo económico que “deja afuera a millones”
Storani advirtió que el rumbo económico del Gobierno se orienta hacia una economía primarizada, dependiente de la exportación de bienes básicos y con escaso valor agregado. Incluso si los indicadores macroeconómicos mejoraran, alertó que ese esquema dejaría “a más de 20 millones de argentinos sobrantes”, sin oportunidades reales de inserción laboral. Para él, se trata de una reedición de políticas neoliberales que ya demostraron sus límites, desde la gestión de Martínez de Hoz hasta la Convertibilidad y el gobierno de Mauricio Macri.
El exministro también expresó preocupación por el funcionamiento institucional. Calificó al DNU 70/23 como “manifiestamente inconstitucional” y señaló que las reformas que el oficialismo impulsa en el Congreso —laboral, previsional y tributaria— profundizan restricciones en organismos como el INTI y el INTA, debilitando capacidades estatales esenciales.
En paralelo, Storani anunció el lanzamiento del movimiento “Radicalismo Auténtico”, un espacio interno que busca recuperar la identidad histórica de la UCR, vinculada a la defensa del patrimonio nacional, la soberanía y una fuerte sensibilidad social. Fue especialmente crítico con los dirigentes radicales que acompañaron iniciativas del Gobierno y aseguró que algunos “han claudicado” frente a la Casa Rosada.
El dirigente descartó cualquier alianza con La Libertad Avanza y reivindicó la necesidad de reconstruir una alternativa socialdemócrata inspirada en la visión de Raúl Alfonsín. Para Storani, el radicalismo debe asumir un rol de oposición “firme y clara”, capaz de ofrecer un proyecto democrático e inclusivo frente al actual escenario político.