Se renovó completamente la capa asfáltica del paso sobre el río Gualeguaychú. Minutos antes de las 5 de la madrugada de este jueves finalizó la intervención integral y se rehabilitó el tránsito.
Redacción EL ARGENTINO
En total se trabajó a lo largo de los 220 metros de extensión, incluidas las cabeceras, y en los 6 metros de ancho que tiene el paso. La intervención colocó una carpeta asfáltica de 4 centímetros de espesor, equivalente a 130 toneladas de mezcla en caliente necesaria para cubrir toda la traza con parámetros adecuados de resistencia y durabilidad.
La obra de restauración y reasfaltado estuvo a cargo del equipo técnico de la Secretaría de Desarrollo Territorial e Infraestructura, que desplegó personal y maquinaria para encarar este proceso de modernización.
En este sentido, además de la intervención de 25 operarios en el puente y cuatro en la Planta de Asfalto del Parque Industrial, se utilizó un conjunto de maquinarias específicas, como ser una minicargadora como apoyo para limpieza; una terminadora de asfalto encargada de distribuir la mezcla en caliente con el espesor previsto; y dos rodillos compactadores, uno liso y otro neumático, responsables de lograr la compactación final y una terminación homogénea en la nueva carpeta asfáltica.
Durante la ejecución de las tareas, el tránsito vehicular permaneció totalmente interrumpido durante 12 horas, y fue redireccionado por personal de la Dirección de Tránsito. Sin embargo, el paso por la pasarela continuó habilitado para peatones y ciclistas, al igual que para las motos, que pudieron pasar, pero solo a tiro.
La primera fase consistió en proteger las cabeceras y las juntas de dilatación mediante una malla geotextil. Esta capa funciona como barrera estructural que impide que las deformaciones previas reaparezcan sobre el pavimento nuevo. La colocación requirió trabajo manual coordinado por cuadrillas que acomodaron y extendieron el material en toda la traza.
Posteriormente se aplicó el riego de liga, una capa que crea cohesión entre las distintas etapas del pavimento. Este procedimiento proporciona solidez y evita desprendimientos, fisuras y otros problemas frecuentes en superficies sometidas a vibraciones y cargas constantes. La maquinaria utilizada avanzó de forma uniforme sobre el tablero del puente, mientras que los operarios supervisaron cada tramo y reforzaron los bordes para asegurar un anclaje parejo.
La intervención incluyó tareas adicionales sobre los laterales metálicos, donde el personal ajustó bordes y repasó sectores con material asfáltico para consolidar el sellado.
Con esta instancia completada, la estructura quedó lista para recibir el nuevo asfalto, que se inició alrededor de las 22 del miércoles y que cuando finalizó selló el proceso completo de restauración y devolvió al puente su capacidad plena de servicio.
El reasfaltado fue el último trabajo que se realizó para el reacondicionamiento del paso sobre el río Gualeguaychú.