Las ventas pymes bajaron 4,1% interanual y 9,1% frente a octubre. Crece el deterioro en la percepción de los comercios y se frena la recuperación de meses previos.
Redacción EL ARGENTINO
Las ventas minoristas de las pymes volvieron a mostrar un fuerte retroceso en noviembre, con una caída interanual del 4,1% a precios constantes y un desplome del 9,1% respecto de octubre en la medición desestacionalizada. El dato confirma un freno abrupto de la actividad comercial hacia el cierre del año y profundiza el clima de incertidumbre en el sector.
Si bien el acumulado anual aún conserva una suba interanual del 3,4%, el registro mensual expone un quiebre de la tendencia de recuperación que se había insinuado en meses previos. El impacto se siente con mayor intensidad en los pequeños y medianos comercios, afectados por la combinación de menor consumo, altos costos fijos y pérdida del poder adquisitivo.
Al analizar la situación económica actual, más de la mitad de los comerciantes aseguró que su nivel de actividad se mantiene sin cambios frente al año pasado. Sin embargo, un 37% señaló un deterioro en las condiciones, una proporción que aumentó cuatro puntos porcentuales respecto de octubre y revirtió parcialmente la mejora de expectativas registrada el mes anterior.
La caída mensual, superior al 9%, aparece como el dato más preocupante, ya que refleja una contracción brusca del consumo en un mes tradicionalmente clave para el comercio. La menor circulación de dinero, el ajuste del gasto de los hogares y la cautela frente a subas de tarifas y servicios incidieron de forma directa en el nivel de ventas.
En distintos rubros, los comerciantes advirtieron dificultades para sostener la rentabilidad, incluso en los casos en que lograron mantener volúmenes de venta relativamente estables. El aumento de los costos operativos y financieros, sumado a la presión impositiva, limita la capacidad de ofrecer promociones o absorber incrementos sin trasladarlos a precios.
De cara a diciembre, el panorama se presenta incierto. Aunque las fiestas suelen aportar un repunte estacional, la mayoría de los comercios observa un consumidor más selectivo, con compras más acotadas y concentradas en productos esenciales. Así, el sector llega al cierre de 2025 con señales claras de enfriamiento y expectativas moderadas sobre una recuperación sostenida en el corto plazo.