El gobierno de Donald Trump amplió el cupo de importación a más de 80 mil toneladas. El aumento de la demanda estadounidense podría presionar los precios internos, en un contexto de bajo consumo en el país.
Redacción EL ARGENTINO
Estados Unidos decidió cuadruplicar la cuota de importación de carne vacuna argentina, que pasó de 20.000 a más de 80.000 toneladas anuales, según un documento oficial del Departamento de Agricultura (USDA). La medida responde a un plan del gobierno de Donald Trump para reducir los precios de la carne en su país, en medio de la escasez de ganado y el fuerte incremento de los valores al consumidor.
El programa impulsado por la Casa Blanca incluye incentivos para los productores estadounidenses, como subsidios, reducción de costos para pequeños procesadores y autorización para el uso de tierras federales en tareas de pastoreo. Sin embargo, la decisión de ampliar el cupo de importación para la carne argentina generó tensiones entre los ganaderos locales, que temen una mayor competencia y caída de precios internos.
La secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, intentó bajar el tono del debate y aclaró que el consumo anual en Estados Unidos ronda las 12 millones de toneladas métricas, de las cuales 10 millones corresponden a producción local. “Dentro de ese volumen, no será mucho lo que compremos”, sostuvo, aunque remarcó que el país debe garantizar la seguridad sanitaria del rodeo ante el antecedente argentino de fiebre aftosa.
Desde Buenos Aires, el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, respondió que la funcionaria “está mal informada”, recordando que el país no tiene brotes de aftosa desde hace más de dos décadas.
El anuncio fue recibido con expectativa por el sector exportador, que ve en esta apertura una oportunidad de crecimiento. Sin embargo, analistas advierten que una mayor demanda externa podría derivar en un aumento del valor de la hacienda en el mercado interno, con subas en los precios al consumidor. Ese escenario preocupa en un país donde el consumo de carne vacuna se encuentra en mínimos históricos por la pérdida del poder adquisitivo de las familias.