IA, adicciones, Malvinas y más: Qué temas se abordan en las Carrozas estudiantiles 2025

Es viernes por la noche y el tiempo corre. Afuera, un chaparrón azota los techos de los galpones del Puerto, pero adentro el clima es perfecto. Entre mates, risas y música, chicos y chicas cocinan engrudo, otros cortan y empapelan, mientras el resplandor de la soldadura ilumina cada rincón.

La cuenta regresiva ya comenzó y los estudiantes palpitan la recta final de cara al tradicional Desfile de Carrozas Estudiantiles, una de las expresiones culturales más arraigadas de Gualeguaychú.

Desde el ingreso ya se percibe el aroma a papel húmedo y pegamento, mezclado con el sonido metálico de las herramientas. Es una jornada típica de trabajo: alumnos, algunos acompañados por familiares y coordinadores, ponen el cuerpo y la imaginación para dar vida a sus proyectos.

Villa Malvina: la vida de un soldado de Malvinas

Uno de los primeros grupos en dialogar con EL ARGENTINO fue el 5º C y B de Villa Malvina. Eligieron la temática libre y presentaron “Anamnesis”, una carroza que aborda la vida de un soldado de Malvinas.

“Se trata de cómo pasó de ser un nene a un soldado, de golpe, todo rápido. Desde bebé hasta su muerte”, explicaron los jóvenes, que encontraron en este relato un modo de rendir homenaje. La idea se consolidó gracias a un compañero apasionado por la historia de la guerra, que los ayudó a profundizar en el tema.

El armado fue un desafío desde el inicio. “Son dos estructuras bastante grandes. Al principio no teníamos idea de cómo trabajar en esto. No podíamos creer que estuviéramos soldando, armando libros, nubes… y que todo empezara a tomar forma”, contaron. La carroza incluye distintas etapas: el soldado como bebé sostenido en una mano, su adolescencia representada en un libro y, finalmente, la cruz que simboliza la muerte en combate.

Independiente: la inteligencia artificial como amenaza

A pocos metros, el 5º año del colegio Independiente trabaja en “DominIA”, un proyecto que plantea la lucha entre la inteligencia artificial y el conocimiento humano.

“Queremos mostrar cómo la IA domina el mundo y nos tiene atados, ensimismados. Es la pelea entre la inteligencia artificial y los libros”, detallaron Santino y Mateo. La carroza incluye figuras que simulan estar atrapadas por dispositivos de realidad virtual.

El proceso también fue de aprendizaje. “El primer día no sabíamos hacer nada. De a poco fuimos aprendiendo a soldar, a usar amoladoras. Ahora creemos que, si llegamos bien con los tiempos, puede quedar muy bien como lo imaginamos”, contaron con entusiasmo.

Más allá de la dificultad, destacaron la unión del curso: “No somos muchos, pero nos gusta hacer de todo. Y lo importante es que trabajamos juntos”.

La unión de la Enet Nº1 y Nº3: “Creación”

La experiencia también une caminos. El 5º año de Técnico en Administración de Empresas (Enet Nº1) y el 6º año de Automotor (Enet Nº3) decidieron trabajar juntos en una carroza después de compartir los festejos del 25 de mayo. De esa experiencia nació “Creación”, una obra que busca representar la fertilidad, el amor propio y símbolos de distintas culturas, como los caballitos de mar, considerados guardianes.

“Nos organizamos dividiendo tareas: algunos sueldan, otros empapelan, otros hacen las esferas o los caballitos de mar. Y tratamos de mantener siempre el lugar ordenado”, señalaron Paloma, Juan Pablo y Agustina.

El mayor desafío fue compatibilizar horarios. “Ellos tienen talleres hasta tarde, nosotros salimos antes, entonces buscamos turnarnos. A veces se quedan hasta las dos de la mañana, y otros llegan más temprano”, contaron.

A pesar del esfuerzo, las expectativas son claras: “Son muy altas, somos optimistas. Pero, fuera de broma, estamos convencidos de que vamos a llegar bien, porque le metemos pila todos los días”.

Sagrado Corazón: una historia primaveral

El Instituto Sagrado Corazón eligió una temática primaveral con la carroza “Abracadabra”. Bajo la coordinación de Juan Dorregaray, narran una historia previa a la de Alicia en el País de las Maravillas.

“Antes de que Alicia llegara, existían dos reinas que todavía no eran tales. La blanca, ligada a la primavera y la naturaleza, y la roja, que lanza un hechizo para hacer desaparecer todo. La carroza muestra ese enfrentamiento, con piezas de ajedrez, la oruga como oráculo y la reina blanca montada en un caracol que vuelve a hacer germinar la vida”, detalló Dorregaray.

El proyecto se construye con cartón, hierro y alambre, con el compromiso activo de alumnos y familias. “Las expectativas siempre son las mejores. Pero esto no es una competencia a muerte, sino un espacio para desarrollar la creatividad y mantener la esencia de las carrozas”, remarcó el coordinador.

Enet Nº2: el dragón de los miedos

El 6º año de Electromecánica de la Enet Nº2 decidió trabajar en “Aspectos”, una carroza que tiene como eje las apariencias, las adicciones y los miedos de la adolescencia. Todo representado en la figura de un dragón.

“El dragón es la cantidad de miedos que queremos superar”, explicaron Sofía, Bauti y Elena. La idea surgió de la reflexión grupal sobre las presiones que viven en su edad. “Empezamos a pensarlo como grupo, a crear ideas, y de ahí salió el dragón. Estamos bien, avanzando, y aprendiendo un montón”, señalaron.

Un semillero artístico

Más allá de los proyectos, las Carrozas Estudiantiles son también un semillero artístico. La instancia previa al desfile permite que los jóvenes exploren nuevas técnicas, aprendan oficios y den sus primeros pasos en el mundo de la creatividad colectiva. Para muchos, es la puerta de entrada al Carnaval de Gualeguaychú.

En una entrevista para este medio, previo a la edición del 2025, Ariel Lucardi, profesor carrocero, comparó esta experiencia con el mítico Instituto Torcuato Di Tella

“Si hacemos una cuenta rápido hasta 2019, cerca de 80 mil alumnos pasaron por los galpones. Es un espacio de experimentación comparable con el Di Tella, porque aquí se hace arte fuera de los cánones tradicionales. Las carrozas estudiantiles es un espacio artístico de experimentación comparable con la del Instituto Di Tella, con 65 años de historia (hoy 66), con todo lo que ha dado en función de lo que es el Carnaval de Gualeguaychú, porque es el semillero del carnaval, y porque toca a cada uno de los que pasa por ese espacio. De una u otra manera, hay gente que la toca y significa mucho haber pasado por ese espacio de las carrozas estudiantiles”.

De la imaginación al hierro, del boceto al papel, cada carroza refleja el esfuerzo de decenas de adolescentes que transforman ideas en realidades. Son noches largas de trabajo, aprendizajes compartidos y sueños que crecen al ritmo del engrudo y la soldadura.

Las Carrozas Estudiantiles vuelven a confirmar su esencia: un espacio donde la tradición se renueva cada año con el compromiso de quienes, entre mates y risas, mantienen viva la llama cultural de Gualeguaychú.