
La polémica iniciativa se basa en la aplicación de una vacuna que genera esterilidad temporal en 250 ejemplares adultos.

Redacción EL ARGENTINO
Los carpinchos vuelven a estar en el centro de la polémica en Nordelta. Cuatro años después de que estos roedores fueran noticia por los reclamos de los vecinos sobre daños a propiedades y ataques a mascotas, ahora se discute una nueva medida: la esterilización de los ejemplares mediante vacunas.
La Asociación Vecinal Nordelta (AVN) presentó un plan para controlar el crecimiento de la población de carpinchos en la zona. La iniciativa, que cuenta con el respaldo de la Dirección de Flora y Fauna de la provincia de Buenos Aires, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y la Universidad de Buenos Aires (UBA), propone la aplicación de una vacuna en 250 ejemplares adultos, generando esterilidad temporal.
El procedimiento será ambulatorio y estará supervisado por especialistas en fauna silvestre, quienes monitorearán los efectos de la vacunación y la evolución de la población. Desde la AVN aseguran que la iniciativa se fundamenta en estudios científicos y busca evitar un crecimiento descontrolado de los carpinchos, que han proliferado en los barrios privados de Nordelta debido a la falta de depredadores naturales y a la abundancia de recursos.
Sin embargo, la propuesta ha generado un fuerte rechazo por parte de organizaciones defensoras de los animales. Agrupaciones como "Carpinchos Nordelta somos su voz" y "Fauna Tigre en peligro" denuncian que la medida es una solución arbitraria a un problema que, según ellos, se originó por la falta de planificación ambiental en el desarrollo urbano de Nordelta.
"Los carpinchos son parte del ecosistema original de la zona. Fueron los humanos quienes invadieron su hábitat y ahora quieren regular su reproducción en lugar de garantizarles espacios adecuados", sostienen desde las organizaciones ambientalistas.
La controversia en torno a los carpinchos en Nordelta no es nueva. En 2021, la presencia de estos animales generó intensos debates en redes sociales y medios de comunicación. Mientras algunos vecinos pedían medidas para reducir su número, otros los defendían como un símbolo de la biodiversidad argentina.
Ahora, la propuesta de esterilización abre un nuevo capítulo en esta historia. Mientras los científicos involucrados en el proyecto argumentan que es una solución ética y efectiva, los defensores de la fauna sostienen que se necesitan políticas de conservación más integrales.
El debate sigue abierto y deja en evidencia la tensión entre el avance de los desarrollos urbanos y la necesidad de preservar la fauna autóctona.
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