
Trabajadores de la Casa de Gobierno y el CGE intensifican medidas tras la baja de suplencias y el recorte del 25% en horas extras. Este jueves movilizan nuevamente para exigir respuestas del Ejecutivo provincial.

Redacción EL ARGENTINO
Reclamos estatales por recortes: nueva jornada de protestas en Paraná. Una nueva jornada de protestas se vive hoy en Paraná protagonizada por trabajadores de la administración pública provincial. La medida de fuerza se intensificó luego de confirmarse un recorte del 25% en las horas extras, aplicado sin previo aviso, y la decisión oficial de no renovar las suplencias en distintas áreas del Estado.
Durante la jornada del miércoles, empleados de la Casa de Gobierno, el Consejo General de Educación (CGE) y el Ministerio de Salud realizaron asambleas internas en rechazo a las disposiciones del Ejecutivo. En la Casa Gris, los pasillos se convirtieron en escenario de una protesta masiva que reflejó el creciente malestar de los trabajadores.
Desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), su dirigente María Deluca —trabajadora del CGE— confirmó que las asambleas se vienen desarrollando desde la semana pasada, cuando comenzaron a circular versiones sobre la no renovación de contratos bajo la modalidad de suplencias. La oficialización de esa decisión por parte del Gobierno derivó en nuevas reuniones y en la convocatoria a medidas más visibles.
La primera de ellas se concreta este jueves, con una concentración prevista a las 10 de la mañana frente a la sede del CGE. Desde allí, los manifestantes marcharán hacia Casa de Gobierno, en una acción conjunta que incluye también a trabajadores del Ministerio de Desarrollo Humano.
En ese ministerio, que comparte edificio con el CGE, se replica el mismo cuadro de situación: baja de suplencias, especialmente en los comedores escolares, y un recorte del 20% en las horas extras. “Esto no solo implica la pérdida de fuentes laborales, sino una sobrecarga directa sobre quienes siguen cumpliendo funciones”, denunció Deluca.
Según señalaron desde ATE, los recortes no fueron notificados previamente ni discutidos con los gremios. Además de los carteles que empapelan las paredes del CGE como forma de visibilizar el conflicto, los trabajadores reclaman una instancia urgente de diálogo con el Gobierno provincial, al que acusan de aplicar un ajuste encubierto.
En paralelo, los gremios evalúan profundizar las medidas si no hay respuestas concretas. Mientras tanto, las actividades administrativas en las dependencias afectadas transcurren con demoras y una fuerte tensión interna, en medio de un clima de incertidumbre laboral que se agrava con cada nuevo anuncio de ajuste.
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