Los sindicatos estatales entrerrianos volverán a sentarse este lunes con el Gobierno provincial, que aún no formalizó una oferta salarial concreta. La tensión crece ante la falta de definiciones.
Redacción EL ARGENTINO
La reapertura de la paritaria entre el Gobierno de Entre Ríos y los gremios estatales UPCN y ATE sigue sin avances reales. El breve encuentro del viernes pasado —que duró apenas 20 minutos— derivó en un cuarto intermedio hasta este lunes a las 10. El motivo: no hubo una propuesta salarial oficializada, pese a que el Ejecutivo aseguró haber planteado un aumento del 1,6%.
Ese porcentaje, vinculado al índice de inflación de junio, fue mencionado por el director de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Hacienda, Luciano Rotman, pero rechazado de plano por ambas organizaciones sindicales. ATE negó que se hubiera discutido ese monto y UPCN reconoció que se mencionó, aunque pidió expresamente que no se incorporara al acta por considerarlo "absurdo e insuficiente".
La disidencia no es menor: mientras el Gobierno intenta mostrar voluntad de diálogo, los gremios advierten que la negociación real aún no comenzó. Oscar Muntes, secretario general de ATE, fue tajante: “No hubo propuesta. No hay nada para debatir hasta el lunes a las 10. Necesitamos una oferta para someterla al Congreso Provincial”.
Por su parte, José Allende, líder de UPCN, rechazó discutir sobre el índice del 1,6% y reclamó un enfoque distinto: “Ese número representa un kilo de carne. No se puede tratar igual a quienes ganan 900 mil pesos que a quienes apenas superan el piso salarial”. Además, propuso analizar alternativas que contemplen sumas fijas, un piso garantizado y una mejor redistribución de la masa salarial.
El Ejecutivo, por su parte, insiste en que cumplió con su compromiso de reabrir la negociación en julio, una vez conocido el índice oficial de inflación. La paritaria se retomó, pero sin una oferta escrita, y eso agudizó la desconfianza de los sindicatos.
Fanny Maidana, miembro paritaria del Gobierno, remarcó la voluntad oficial de sostener el diálogo con los trabajadores: “Nos pareció importante convocar una vez conocido el dato inflacionario. Estamos dispuestos a revisar la propuesta tras escuchar a los gremios”.
Rotman señaló que el Gobierno “se llevó las inquietudes” de ambos sectores para trabajar el fin de semana en una propuesta superadora, aunque evitó hablar de cifras concretas. Dijo que “la responsabilidad fiscal” condiciona las decisiones, pero reconoció que se contemplarán otros aspectos además de lo puramente salarial.
En paralelo, los sindicatos apuran definiciones. La urgencia tiene un motivo práctico: los plazos de liquidación salarial. Si el lunes no hay una oferta clara, se dificultará la posibilidad de aplicarla este mes y se tensará aún más el vínculo entre las partes.
En definitiva, la reunión de este lunes no será apenas la continuidad formal de una paritaria sino el momento clave para saber si el Gobierno está dispuesto a mover el amperímetro de la negociación o si mantendrá una postura conservadora que, por ahora, no convence a nadie.