El escritor, oriundo de Mansilla, había llegado a la gestión cultural en 2023. Será reemplazado por Matías Armándola, actual coordinador de la Biblioteca provincial.
Redacción EL ARGENTINO
Fabián Reato, periodista y escritor de reconocida trayectoria en la escena cultural entrerriana, se alejó de la función pública. Su salida de la dirección de la Editorial de Entre Ríos marca el cierre de un ciclo iniciado en diciembre de 2023, cuando asumió como secretario de Cultura del gobierno provincial, en el arranque de la gestión de Rogelio Frigerio.
Tras su paso por la Secretaría, cargo que dejó en septiembre de 2024 y que luego ocupó Julián Stoppello, Reato continuó vinculado a la gestión como responsable de la Editorial de Entre Ríos. Ese segundo tramo también llega a su fin: presentó su renuncia y en su lugar asumirá Matías Armándola, quien ya coordina la Biblioteca Provincial y ahora sumará ambas funciones.
Durante su breve pero activa participación en el ámbito público, Reato impulsó la publicación de autores locales y buscó reforzar el vínculo entre el Estado y el sector editorial independiente. Su paso por la gestión fue leído en clave de puente entre la literatura y las políticas culturales.
Reato es autor de títulos como Esparadrapo, El buen samaritano, La rueda de la fortuna, Terminal y La tristeza del oso polar, editados por la Fundación La Hendija, sello con el que ha mantenido una relación sostenida en el tiempo. En 2021, obtuvo el Premio Fray Mocho por El baile de las vizcachas, obra que había sido presentada bajo el seudónimo “Luciano de Samosata” en la edición del concurso correspondiente al género Cuento Inédito 2018.
El baile de las vizcachas reúne nueve relatos escritos a lo largo de dos décadas. El cuento que da título al libro narra un viaje en tren hacia Buenos Aires, en el que dos amigos comparten una noche que será irrepetible. El narrador evoca aquella imagen fugaz —unas vizcachas bailando en la llanura a la luz de la luna— como símbolo de lo perdido, de lo que no se dijo y ya no podrá decirse.
Con una prosa introspectiva y melancólica, Reato ha consolidado una obra literaria marcada por lo cotidiano, la memoria y los márgenes. Su salida de la función pública lo aleja, al menos por ahora, de los engranajes institucionales, pero lo devuelve a un territorio donde siempre ha sido protagonista: la escritura.