Emotivo gesto del Papa León XIV con un obispo entrerriano

Emotivo gesto del Papa León XIV con un obispo entrerriano. El martes 20 de mayo, en horas de la tarde, el Papa León XIV realizó un gesto de cercanía y afecto que resonó en Paraná y en el ámbito eclesial argentino: llamó por teléfono al cardenal Estanislao Esteban Karlic para expresarle personalmente su gratitud y asegurarle su oración. La conversación, breve pero profunda, se produjo desde Roma y fue comunicada por el Arzobispado de Paraná.

Con voz clara y pausada, y en español, el Sumo Pontífice dijo al cardenal que le debía mucho a nivel personal, y que reconocía en él un servidor fiel y valioso de la Iglesia. “La Iglesia ha recibido muchos servicios de parte suya, y usted continúa sirviéndola”, expresó el Papa, según reconstruyeron desde el entorno del arzobispo emérito.

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Antes de despedirse, León XIV le dijo que la Iglesia rezaba por él, y que él mismo lo hacía. “Le deseo la paz”, fueron sus últimas palabras en el llamado. Desde el Arzobispado destacaron que fue un momento “de mucha sencillez y de enorme gracia, que dejó una paz muy profunda”.

La relación entre el Papa León XIV y el cardenal Karlic tiene raíces profundas. En 2005, el prelado argentino fue incorporado a la Orden de San Agustín, comunidad religiosa de la que León XIV fue Prior General antes de ser elegido pontífice. Por esa cercanía, cada vez que Karlic viajaba a Roma solía hospedarse en la Casa Generalicia de los agustinos, donde mantenía frecuentes encuentros con el entonces superior.

Monseñor Karlic, de 98 años, fue intervenido quirúrgicamente la semana pasada y permanece en recuperación. Aunque su estado es delicado, evoluciona de acuerdo a los parámetros propios de su edad. La llamada del Papa se interpretó como una caricia espiritual y un reconocimiento afectuoso a una figura clave en la Iglesia argentina.

Nacido en Oliva, Córdoba, Karlic fue obispo coadjutor de Paraná en 1977 y asumió como arzobispo titular en 1986. En 2001 fue creado cardenal por Juan Pablo II. Teólogo de sólida formación y moderado en sus posturas, tuvo un papel destacado en la redacción del Catecismo de la Iglesia Católica y en diversos organismos del episcopado argentino y latinoamericano.

El llamado de León XIV volvió a poner en primer plano a una figura respetada y admirada, cuya vida continúa dejando huellas en la Iglesia. Y, al mismo tiempo, reveló una dimensión humana del pontificado actual: la del pastor que no olvida a quienes caminaron junto a él.