El gobernador de Entre Ríos fue uno de los siete mandatarios recibidos por Francos en una semana de negociaciones clave. El Gobierno busca frenar proyectos sensibles y sellar alianzas para octubre.
Redacción EL ARGENTINO
Rogelio Frigerio se sentó en la mesa chica del oficialismo junto a otros seis gobernadores, en un movimiento que revela la nueva estrategia del Ejecutivo para sostener la gobernabilidad y, a la vez, expandir su base política rumbo a las elecciones legislativas del 26 de octubre. En Balcarce 50, el entrerriano dialogó con el jefe de Gabinete Guillermo Francos sobre recursos, respaldos parlamentarios y un eventual armado conjunto para las urnas.
El esquema diseñado por la Casa Rosada gira en torno a dos prioridades: evitar que prosperen en Diputados las iniciativas votadas en el Senado sobre aumentos jubilatorios y emergencia en discapacidad, y alinear a mandatarios que puedan aportar votos y músculo político en sus distritos. Además de Frigerio, pasaron por la Casa Rosada Gustavo Sáenz (Salta), Carlos Sadir (Jujuy), Rolando Figueroa (Neuquén), Raúl Jalil (Catamarca), Leandro Zdero (Chaco) y Alfredo Cornejo (Mendoza).
Frigerio aparece en el radar libertario no solo como un aliado en potencia para la gobernabilidad, sino también como una figura clave en el armado electoral. Las conversaciones incluyeron la posibilidad de conformar listas comunes, unificar estrategias y promover acuerdos legislativos que beneficien a ambas partes. En Entre Ríos, La Libertad Avanza necesita sumar estructura y volumen territorial. El gobernador, por su parte, evalúa los riesgos y beneficios de asociarse a un oficialismo en pleno ajuste.
Uno de los puntos más tensos de la agenda es el reparto de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN). El subsecretario Carlos Guberman ofreció fórmulas alternativas para girar fondos sin comprometer el equilibrio fiscal. Para las provincias, estos recursos son vitales en medio de una crisis que, según la propia gestión entrerriana, ha vuelto “apremiante” la situación financiera de los municipios.
En paralelo, el Gobierno nacional pidió respaldo para una eventual reintroducción de la ley sobre el uso del excedente anual de los ATN, buscando frenar su plena aplicación. También se discutió el rechazo del oficialismo a la media sanción sobre el impuesto a los combustibles, donde se evalúa solo ceder el porcentaje destinado al Sistema Vial Integrado, sin tocar otros fondos sensibles.
En Balcarce 50 sostienen que con Frigerio, Zdero y Cornejo las negociaciones están avanzadas. No descartan fórmulas conjuntas y buscan que el acuerdo parlamentario se transforme en alianza política. La mira está puesta en ampliar la representación legislativa y contener una Cámara de Diputados cada vez más fragmentada.
Mientras tanto, Karina Milei y Santiago Caputo mueven fichas en todo el país. La intención del oficialismo es mostrar gobernabilidad con respaldo federal y, a la vez, imponer condiciones en las listas. En ese contexto, la relación con Frigerio se vuelve estratégica: es un interlocutor con peso institucional y capacidad de influencia, aunque también con margen propio.
La negociación sigue abierta y todo indica que Entre Ríos será uno de los escenarios donde se definan las alianzas clave del nuevo mapa político.