
El Ejecutivo retoma hoy el diálogo multisectorial en Casa Rosada, con la mira puesta en las reformas laboral y tributaria, aunque sin adelantar propuestas.

Redacción EL ARGENTINO
Con fuerte hermetismo y expectativa contenida, este lunes a las 9 de la mañana volverá a sesionar en la Casa Rosada el Consejo de Mayo, el espacio de diálogo creado por el Gobierno nacional para consensuar las reformas estructurales que impulsa el presidente Javier Milei. La cita será en el Salón de los Escudos y contará con la presencia de los seis consejeros designados por el Ejecutivo, las provincias, el Congreso, el sindicalismo y el empresariado.
El encuentro, presidido por el jefe de Gabinete Guillermo Francos, buscará avanzar sobre las iniciativas que Milei incluyó en el Pacto de Mayo, firmado el pasado 9 de julio por 19 gobernadores. Entre los temas prioritarios figuran la reforma laboral, la tributaria y, en menor medida, la previsional. El rediseño de la coparticipación es considerado un tema de resolución improbable en el corto plazo.
El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, será quien lleve la voz del Ejecutivo, aunque desde su entorno mantienen el silencio sobre el contenido de las propuestas. Según fuentes cercanas a los participantes, todas las partes acordaron manejarse con extrema reserva para evitar filtraciones que dificulten la negociación.
La expectativa gira en torno a qué margen tendrá el Gobierno para avanzar en consensos. En la primera reunión del Consejo, celebrada el 24 de junio, apenas se establecieron lineamientos y metodologías. La de hoy es la primera con posibilidad real de abrir el juego a definiciones. Cada sector —provincias, sindicatos, empresarios y Congreso— prometió llevar sus prioridades, aunque sin anuncios previos.
Entre los participantes confirmados están el gobernador mendocino Alfredo Cornejo, en representación de las provincias firmantes; la senadora nacional Carolina Losada y el diputado Cristian Ritondo por el Congreso; el titular de la UOCRA, Gerardo Martínez, por los gremios; y el presidente de la UIA, Martín Rappallini, por el empresariado.
El rol de Martínez será seguido con atención: si bien expresó apertura al diálogo, ya advirtió que cualquier modernización laboral debe ser discutida y acordada por la CGT. A su vez, cuestionó los techos a las paritarias y la criminalización de la protesta, dos puntos sensibles para el sindicalismo.
En cuanto al empresariado, Rappallini llega con el respaldo de la UIA pero sin expectativas desmesuradas: saben que las reformas deseadas —principalmente la laboral— enfrentarán resistencias tanto políticas como sociales. Ritondo, por su parte, viene de cerrar candidaturas en Buenos Aires y su aporte será más simbólico que técnico.
El gobernador Cornejo aparece como una figura bisagra. Su decisión de unificar elecciones provinciales con las nacionales lo posiciona como posible aliado electoral del oficialismo en octubre. El Gobierno ve en él una puerta para ampliar su base política en el Congreso, clave para motorizar leyes en 2026.
El Consejo de Mayo se perfila como el laboratorio de reformas que Milei pretende activar en la segunda mitad de su mandato. La clave estará en cuán dispuestos están los distintos actores a ceder.
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