
Tras semanas de tensión interna, el PJ acordó conformar un frente común para las elecciones legislativas del 7 de septiembre bajo un nuevo nombre que busca reflejar cohesión y confrontar con el proyecto libertario.

Redacción EL ARGENTINO
El peronismo bonaerense logró lo que hasta hace unos días parecía esquivo: la unidad. Axel Kicillof, Sergio Massa y Máximo Kirchner acordaron conformar un frente común con el nombre "Fuerza Patria" para competir en las elecciones legislativas provinciales de septiembre y octubre. El pacto fue sellado en La Plata, sede elegida por el gobernador como símbolo del protagonismo que exige para la provincia.
El entendimiento alcanzado incluye la inscripción formal de la alianza, la conformación de una junta electoral interna tripartita y un esquema de apoderados con representación de todos los sectores. Carlos Bianco, Leo Nardini y Rubén Eslaiman estarán a cargo del control del proceso, mientras que la discusión de candidaturas se repartirá entre seis referentes designados por cada espacio.
El acuerdo también establece que todas las listas—desde concejales hasta diputados nacionales—serán confeccionadas con un criterio de representación equilibrada. Kicillof insistió en la necesidad de “firmas cruzadas” en cada nivel para evitar maniobras unilaterales. Las listas se definirán en los próximos días, antes del 19 de julio, cuando vence el plazo para su presentación ante la Justicia Electoral.
El nuevo frente no solo busca evitar la fragmentación del voto peronista en territorio bonaerense, sino también enviar un mensaje de fuerza frente a la avanzada del oficialismo libertario. La consigna que une a los tres líderes es clara: hacer frente a las políticas del presidente Javier Milei, que afectan a la provincia y sus municipios.
Durante el encuentro, los dirigentes coincidieron en la preocupación por los despidos, el cierre de fábricas y la caída del consumo. También advirtieron sobre el impacto de la disolución de Vialidad Nacional y el abandono de obras públicas claves en el interior bonaerense.
La interna peronista se mantuvo tensa hasta último momento por el control sobre las “lapiceras”, es decir, quién define qué candidatos encabezan en cada distrito. Aunque Kicillof empujaba por tener mayor peso en las decisiones, el acuerdo terminó consagrando un mecanismo de revisión conjunta que amortigua el poder de cada actor individual.
El desafío inmediato de “Fuerza Patria” será lograr una oferta electoral competitiva que refleje tanto la unidad como la diversidad del espacio. La clave estará en armonizar los intereses del kirchnerismo, el massismo y el sector referenciado en Kicillof, sin desatar nuevas fracturas.
Con este frente, el peronismo bonaerense da el primer paso concreto hacia su reconfiguración en tiempos de oposición. Y si bien resta conocer los nombres que encabezarán las listas, el mensaje político ya fue enviado: la unidad no es solo un eslogan, sino una estrategia para resistir y reposicionarse.
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