
Representantes del organismo multisectorial se reunieron en Casa Rosada. Hermetismo sobre las primeras propuestas, aunque el Ejecutivo prioriza una de ellas. Qué se habló después del encuentro

Redacción EL ARGENTINO
La Casa Rosada fue el ámbito donde se reunieron los representantes del Consejo de Mayo, el órgano creado por el Gobierno en donde busca coordinar con representantes de diferentes sectores las políticas que impulsará después de la renovación legislativa de diciembre, las cuales deben ir en línea con las reformas firmadas por el presidente Javier Milei y los 19 gobernadores que suscribieron al Pacto de Mayo.
El primer y único encuentro que hubo hasta ahora había sido el 24 de junio, el cual tuvo un carácter inaugural e introductorio. La convocatoria del presidente de esa entidad, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, fue para encontrarse en el Salón de los Escudos de la Casa Rosada este lunes a las 9 de la mañana.
El encuentro duró cerca de tres horas. Allí asistieron todos los integrantes del Consejo. El primero en llegar fue el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, representante del Poder Ejecutivo. El funcionario es quien llevará las líneas rectoras que trabajan distintas áreas del Gobierno y quien avalará las sugerencias de los diferentes actores.
La representante del Senado, la radical Carolina Losada, ingresó minutos más tarde bajo un total hermetismo, el cual se condice con lo que habían acordado todos los consejeros en la primera reunión: que los asuntos a discutir y la letra chica no se revelará hasta tanto no se firme el documento final meses más tarde. Más tarde ingresaron el diputado nacional, Cristian Ritondo, representante de la Cámara Baja; y el secretario general de la UOCRA, Gerardo Martínez, por los gremios. Mientras que fue el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, el elegido por las provincias firmantes del Pacto de Mayo.
Varios de los integrantes del Consejo reconocieron que el énfasis del primer encuentro sería tratar las primeras propuestas sobre ese punto, además de cuestiones puntuales vinculadas a la tributaria. Tanto Sturzenegger como Martínez y Rappallini representan la tríada de consejeros que más incidencia tienen en la letra chica de las discusiones laborales.
Al salir de la primera reunión, Martínez señaló la voluntad de dialogar sobre una modernización laboral, pero sin aprobar una reforma directa. Insistió en que cualquier debe ser consensuado con la CGT, rechazando a su vez los techos a las paritarias impuestas por el ministro de Economía, Luis Caputo, y la criminalización de la protesta sindical.
“Lo que queremos es bajar el costo argentino. Y eso se logra con cuestiones impositivas y de otra índole. La modernización laboral puede ayudar, pero el principal acuerdo entre sindicatos y empresarios se da a través de los convenios colectivos de trabajo, y estos no suelen estar atrasados, por lo que ahí no hay que apuntar”, afirmaron desde el entorno del titular de la UOCRA.
El fin del órgano multisectorial es tramitar y tratar de consensuar (entre los actores involucrados, entre los cuales no se encuentra la oposición intransigente con la Casa Rosada) las reformas que figuran en el Pacto de Mayo.
Hay algunas más prioritarias que otras: la laboral y la tributaria buscan impulsarse para el año próximo; la previsional para después de 2027 (si es que Milei consigue la reelección); y la coparticipación federal es casi una quimera, porque el Consejo no tiene ningún sentido práctico para discutir esta cuestión porque el debate es con la totalidad de las provincias.
Las diez cláusulas incluyen consignas vinculadas al equilibrio fiscal, la educación, los recursos naturales, la apertura al comercio, entre otros aspectos; pero la urgencia de la Nación versa sobre las reformas mencionadas anteriormente. (Fuente: Infobae)
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