Dos senadores entrerrianos rechazaron el aumento de sueldos en el Congreso

Los senadores nacionales por Entre Ríos, Alfredo De Ángeli (PRO) y Stella Olalla (UCR), presentaron formalmente su renuncia al aumento de dieta aprobado recientemente por el Senado de la Nación, el cual eleva el salario mensual a $9.500.000. La decisión se enmarca en una facultad habilitada por la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien firmó el decreto parlamentario 344/25.

El decreto autoriza a los senadores que lo deseen a rechazar total o parcialmente la actualización automática de sus haberes, vinculada a los incrementos que reciben los empleados legislativos por paritarias. En este caso, se trató de una suba del 1,3% correspondiente al mes de abril, además del pago de un bono de $100.000 para el personal del Senado.

Alfredo De Ángeli dirigió una nota a Villarruel donde manifestó su decisión de no adherir al aumento, en lo que respecta a todos los conceptos alcanzados: dieta, gastos de representación y desarraigo. El legislador argumentó su postura apelando al artículo 3 del decreto, que habilita este tipo de renuncias.

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Por su parte, la senadora Stella Olalla publicó su postura en la red social X. “Representamos no solo con nuestras decisiones legislativas, sino también con nuestros actos concretos”, expresó. “He decidido renunciar a la actualización automática de mi dieta en el Senado de la Nación. Vivimos un momento difícil en el país y la política debe acompañar con gestos claros, responsables y coherentes con esa realidad”.

Tanto De Ángeli como Olalla se suman a un grupo de senadores de bloques radicales y libertarios que tomaron una postura similar. Entre ellos se encuentran Carolina Losada, Martín Lousteau, Rodolfo Suárez, Mariana Juri, Eduardo Vischi, Gabriela Valenzuela, Ezequiel Atauche, Ivanna Arrascaeta, Bartolomé Abdala, Vilma Bedia, Bruno Olivera Lucero y Juan Carlos Pagotto.

El nuevo esquema salarial —que alcanza a todos los senadores salvo que expresen lo contrario— comenzó a regir en marzo y se mantendrá vigente hasta el 31 de diciembre de 2025. Sin embargo, la decisión de algunos legisladores de renunciar al incremento ha sido bien recibida en sectores que reclaman austeridad del poder político frente a la situación económica del país.

Mientras tanto, el aumento sigue generando polémica en la opinión pública. La medida original fue aprobada por votación a mano alzada en el recinto, sin debate previo y con escasa justificación. La posibilidad de que los senadores conserven su dieta anterior surgió como un mecanismo para apaciguar las críticas y ofrecer una vía alternativa a quienes consideran inoportuna la suba.

En este contexto, las decisiones de Olalla y De Ángeli se leen como una señal hacia la ciudadanía. En medio de un clima de ajuste y dificultades económicas, ambos apelan a un mensaje de responsabilidad institucional y cercanía con las demandas sociales.