La familia de la joven de 18 años, que el 8 de agosto se fue de su casa junto a su novio, se encuentra en Uruguay. La familia ha mantenido contacto con la adolescente por mensaje, pero quiere cerciorarse de su buena salud en una videollamada, pero ella se niega.
Redacción EL ARGENTINO
Han pasado más de 10 días desde que Kiara Sophia Quinteros Koch se retiró del domicilio de su padre, ubicado en inmediaciones de las calles San Carlos y Agustina Andrade, en la zona sur de Gualeguaychú, informando que iría de campamento con su pareja, sin precisar el lugar.
Pasaron las horas y días y como no te tuvo novedades sobre el lugar dónde estaba, su madre decidió realizar la denuncia para establecer el paradero, ya que la joven tiene 18 años y es mayor de edad. El mismo día que se realizó la denuncia, la joven se contactó con su madre y se estableció que pasó hacia la República Oriental del Uruguay.
A través de un requerimiento que realizó la fiscal de Gualeguaychú, Alejandra Montiel, a la Dirección Nacional de Migraciones, se confirmó que Kiara se encuentra actualmente en el vecino país tras haber cruzado la frontera a través del cruce entre Colón y Paysandú, y se tiene prácticamente confirmado que estaría en esa ciudad uruguaya.
Pero la preocupación más importante que tiene la familia por estas horas es la negativa de la joven a realizar una videollamada. A través de mensajes se le ha requerido realizar un contacto donde se la pueda observar físicamente y – extrañamente – la adolescente se rehúsa, por lo cual todo lo concerniente a la causa judicial se mantiene.
Lo que ha llevado tranquilidad es sus últimas publicaciones en las redes sociales, con historias recientes, donde se la observa en buen estado. La Justicia lo que podrá determinar con los requerimientos solicitados al Consulado uruguayo es establecer su paradero y posteriormente será decisión de la chica regresar con su familia, ya que es mayor de edad.
Kiara Sophia mide 1,62 metros, es de contextura delgada, tiene cabello lacio negro con flequillo, tez trigueña y ojos marrones. Presenta dos tatuajes identificatorios: un corazón flechado con la inscripción “Jorge y Gladys” y un símbolo de infinito con los nombres “Mateo y Delfina”. Además, posee varios aros en las orejas.