El IPC subió por tercer mes consecutivo, impulsado por alimentos, transporte y tarifas. La política monetaria y la incertidumbre política influyen en el freno al consumo y la economía.
Redacción EL ARGENTINO
La inflación mostró un repunte en agosto, con las principales consultoras ubicando la variación de precios por encima del 2%, superando por primera vez en cuatro meses esa barrera. Los aumentos se concentraron en bienes estacionales y regulados, mientras que los alimentos, transporte y tarifas fueron los principales rubros que impulsaron el índice.
El contexto político y económico contribuyó a la volatilidad: la difusión de supuestos audios de Diego Spagnuolo, titular de la Agencia Nacional de Discapacidad, sumado a la incertidumbre previa a las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre, impactó en la confianza del consumidor y en la percepción del Gobierno. La volatilidad cambiaria y las medidas de política monetaria, como el aumento de encajes hasta el 53,5%, también jugaron un rol clave para contener la depreciación del peso.
Las consultoras coincidieron en que la estrategia del Tesoro y del Banco Central permitió frenar la suba de precios a costa de tasas elevadas que limitan el crédito y enfrian la economía. En este marco, el crecimiento económico proyectado para 2025 se recalibró: LCG y Equilibra estiman cerca del 4,5%, Econviews un 4,2% y EcoGo un 4% o algo más.
La medición núcleo, que excluye los componentes estacionales y regulados, se aceleró al 1,9% desde 1,5% en julio. Rubros como autos, alquileres y salud privada mostraron subas significativas, mientras que algunos componentes ligados al turismo y la indumentaria mostraron leves bajas por liquidaciones de temporada. PxQ destacó que alimentos, transporte y vivienda concentraron más del 60% de los aumentos.
Analistas subrayan que los salarios prácticamente estancados limitan el consumo y ponen un tope a los incrementos de precios. Al mismo tiempo, la apertura de importaciones ayuda a contener alzas por el lado de la oferta. Según Clara Alesina, de Fundación Libertad y Progreso, “una vez superada la instancia electoral, el panorama debería ofrecer mayor previsibilidad para retomar estabilidad económica”.
En síntesis, agosto reflejó un aumento de precios marcado por factores estacionales y estructurales, con un contexto político tenso y una política monetaria restrictiva. La economía enfrenta un escenario de freno al consumo, alta incertidumbre y expectativas de inflación en torno al 2%, mientras los analistas evalúan si las medidas del Gobierno lograrán estabilizar la dinámica de precios en los próximos meses.