
En la Expo EFI, referentes de JP Morgan y Morgan Stanley coincidieron en respaldar el rumbo del Gobierno, pero expresaron reservas sobre la sostenibilidad del tipo de cambio y las reformas pendientes.

Redacción EL ARGENTINO
Banqueros internacionales advierten sobre la fragilidad del dólar barato. La desconfianza persiste. Aunque los elogios al programa económico libertario fueron mayoría durante la ExpoEFI, algunos de los principales referentes del sistema financiero internacional dejaron en claro que aún no hay certezas sobre la sostenibilidad del modelo. Facundo Gómez Minujin, presidente del JP Morgan en Argentina, y Fernando Sedano, economista de Morgan Stanley, manifestaron sus dudas sobre la durabilidad del actual tipo de cambio y advirtieron que el entusiasmo depende, en buena medida, del resultado electoral de octubre.
“Caputo dice que esta vez es distinto, pero tenemos el recuerdo de nueve defaults y 22 programas con el Fondo. Hay siempre un nivel de incredulidad”, señaló Minujin en el Centro de Convenciones de Buenos Aires, ante una audiencia que incluía a empresarios, economistas y funcionarios. El ejecutivo reconoció avances, pero evitó cualquier tipo de optimismo excesivo: “Argentina está caminando por la vía correcta, pero no sabemos si va a tener éxito”.
El presidente de JP Morgan en el país consideró que los fondos internacionales siguen expectantes: “Quieren ver si se baja la presión impositiva, si se reactiva el consumo y si Milei gana en octubre. Hasta entonces no van a tomar decisiones estructurales”.
En la misma línea, el economista Fernando Sedano advirtió que “hay dudas sobre la fortaleza del tipo de cambio”. Sin embargo, matizó su diagnóstico con una mirada favorable al clima financiero: “Hoy Argentina es el país que mejor sentimiento genera en esta comunidad”.
En su intervención, Minujin también le respondió al ministro de Economía, Luis Caputo, quien más temprano había prometido un “sorprendente” anuncio para que los argentinos gasten “los dólares que guardan bajo el colchón”, estimados en unos 300.000 millones. “No estemos convencidos de que esto va a tener éxito —dijo Minujin—. Las reformas de fondo aún no están hechas”.
Pese a las dudas, el tono general del encuentro fue de respaldo al rumbo económico, en especial entre referentes locales. No obstante, quedó claro que los banqueros internacionales esperan señales más firmes: reformas estructurales concretas, estabilidad institucional y certidumbre política tras los comicios de octubre. La desconfianza, en definitiva, sigue pesando más que el relato.
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