El Equipo Argentino de Antropología Forense confirmó el hallazgo de restos óseos humanos en Loma del Torito, dentro del predio de La Perla. El operativo marca un nuevo avance en la identificación de desaparecidos en Córdoba y reactiva el reclamo por una política de búsqueda permanente.
Redacción EL ARGENTINO
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) comunicó los resultados de la campaña de búsqueda 2025 de restos de personas desaparecidas en La Perla, el centro clandestino de detención, tortura y exterminio más importante del interior del país, por el que se calcula pasaron unas dos mil personas. En su informe, el equipo confirmó el hallazgo de restos óseos humanos desarticulados y evidencia de antiguas fosas.
¿Cómo se organizó la búsqueda?
La búsqueda se concentró en Loma del Torito, hoy parte de la Reserva Natural Militar La Calera. Sobre un total de 14 mil hectáreas que conforman el terreno de La Perla, se delimitó un área de 10 hectáreas a partir del análisis de fotografías aéreas de 1979 realizado por Guillermo Sagripanti, del Departamento de Geología de la Universidad Nacional de Río Cuarto. A mediados de septiembre, con la campaña recién iniciada, se confirmaron los primeros restos humanos a pocos metros del sector donde había concluido la búsqueda anterior.
Según el EAAF, durante los trabajos se excavaron cuatro de esas hectáreas, con unos 10.000 metros. Los hallazgos se dieron en dos zonas y ahora el material pasará a un largo proceso de laboratorio para su clasificación y análisis genético. Luego, los resultados se cotejarán con las muestras aportadas por familiares de personas desaparecidas, resguardadas en el Banco Nacional de Datos Genéticos y en el banco del propio EAAF. Se trata de huesos mezclados, no de esqueletos completos, lo que coincide con los relatos que indican que los cuerpos fueron removidos y trasladados tras su enterramiento original.
La búsqueda se inscribe en la causa judicial “Enterramientos clandestinos”. Las familias querellantes difundieron un comunicado en el que expresaron la dimensión humana y política del hallazgo: allí han encontrado huesos que consideran “lo que queda de nuestros padres, hermanos, hijos, esposos”. Denunciaron que los cuerpos “no solo están escondidos: no están enteros, están revueltos en la tierra, desarticulados, profanados”. Y definieron Loma del Torito como un “camposanto”, una tierra que “49 años después, revela certezas” y permite pisar por fin el lugar donde están sus familiares.
Impulsaran una “Ley de búsqueda”
En una recorrida reciente, familiares, organismos de derechos humanos y autoridades judiciales y académicas pudieron ingresar a la zona junto a los equipos de investigación. Luego, en conferencia de prensa, el juez federal Miguel Hugo Vaca Narvaja destacó que, aunque se trate de fragmentos óseos pequeños, podrían ser suficientes para identificar personas, como ocurrió hace diez años en los hornos de La Ochoa, donde se hallaron los restos de cuatro estudiantes de medicina y militantes de la Juventud Universitaria Peronista.
Los querellantes anunciaron que impulsarán una ley de búsqueda que establezca como política de Estado la búsqueda permanente, recuperación e identificación de todas las personas secuestradas-desaparecidas en Córdoba.