El gremio definió un cese de actividades el día en que el Congreso trate la reforma que impulsa Javier Milei y anticipó manifestaciones en diciembre.
Redacción EL ARGENTINO
La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) resolvió convocar a un paro nacional coincidiendo con el debate en el Congreso de la reforma laboral promovida por el Gobierno de Javier Milei. La medida fue votada por unanimidad durante el Consejo Federal que el sindicato realizó en San Luis, donde además se habilitó a la conducción nacional a organizar protestas “sorpresivas” a lo largo de diciembre.
El secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, aseguró que el oficialismo “está tirando tanto de la piola que en cualquier momento se va a cortar” y advirtió que, ante la falta de consenso, “a los trabajadores solo les queda la calle”. El dirigente también cuestionó la paritaria convocada por el Gobierno de manera virtual para este viernes, al señalar que “se nota mucho que no quieren dar la cara”, y adelantó que el conflicto gremial “no se desactivará con maniobras dilatorias”.
En el encuentro federal, los representantes de las 191 seccionales manifestaron su preocupación por la pérdida salarial acumulada en 2025. Según Aguiar, los estatales recibieron una mejora del 13,6% en los primeros diez meses del año, frente a una inflación que trepó al 24,8%. El sindicato reclama la reapertura urgente de la paritaria y advierte sobre un deterioro creciente del ingreso de los trabajadores del sector público.
ATE también ratificó su oposición a la reforma laboral al sostener que “destruirá el empleo y precarizará la relación de trabajo”. En paralelo, el gremio mantuvo una agenda política intensa: a mediados de octubre, Aguiar se reunió con la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, con quien analizó el “Estado que viene”, la situación de los asalariados formales pobres, el pluriempleo y lo que calificó como una “estigmatización persistente” del empleo público.
Las definiciones del Consejo Federal anticipan un diciembre con fuerte tensión gremial y un alto nivel de conflictividad en torno al debate legislativo. ATE sostiene que el sindicalismo llegó a un límite y que, si no hay cambios en la estrategia oficial, “están dadas todas las condiciones para una huelga general”.