Padres, familias y deportistas impulsan la construcción de la primera cancha del nuevo club de la ciudad que, en casi un año, ya entrena con un total de 80 deportistas.
Por Lautaro Silvera
Hace menos de un año empezó a tomar forma un proyecto que hoy ya tiene camiseta, comisión directiva, competencia oficial y más de 80 chicos y chicas entrenando: Huracán de Gualeguaychú. La iniciativa nació del compromiso de un grupo de padres y de la escuela de fútbol de Gonzalo “Chicho” Saucedo, que venía trabajando desde hace varios años con niños de la ciudad.
El presidente del club, Danilo Borro, habló con EL ARGENTINO contó cómo se gestó este sueño que avanza a paso firme: “Lo que le pasa a las escuelitas, en general, es que cuando los nenes llegan a una edad de 10 años se les van, porque no pueden competir en Liga. Entonces la idea fue que no tuvieran que irse a otros clubes”.
El punto de quiebre ocurrió este verano, cuando la escuelita participó de un torneo en Zárate. Padres y jugadores compartieron varios días de convivencia, y ese entusiasmo colectivo se transformó en un impulso definitivo.
“Volviendo de ese viaje dijimos: ‘Sería una lástima que este grupo se disperse en otros clubes’. Y ahí nació la idea de crear Huracán”.
De regreso, comenzaron con gestiones administrativas, sumaron socios y en tiempo récord obtuvieron la personería jurídica: el 30 de junio el club quedó oficialmente constituido.
Los primeros pasos en competencia
Huracán entrena actualmente en La Chacra de los Contadores, con categorías masculinas en formación y el objetivo de competir desde marzo del año próximo. Pero ya tiene un primer equipo en cancha: el Sub13 femenino, que debutó hace dos semanas en el torneo de Liga con una victoria 2 a 1 frente a Sarmiento. “Hasta de Urdinarrain vienen tres nenas a jugar para Huracán”, celebró Borro.
También evalúan incorporar Sub17 masculino y femenino, ya que muchos chicos que habían pasado por la escuelita pidieron volver a sumarse al club. En la estructura deportiva, Saucedo cumple un rol clave. “Es la cabeza de la parte deportiva: elige a los profes, decide cómo jugar, prueba jugadores”.
Campaña solidaria para construir la cancha propia
Mientras se sigue trabajando en la parte deportiva, la institución se enfoca en su próximo objetivo grande: tener estadio propio. Para eso, el club lanzó una campaña de recaudación bajo el lema “Construí tu sueño. Tu metro cuadrado puede cambiar una vida”.
Recientemente el club ya logró el comodato de un predio en Federación y Roffo, en la zona norte. Ahora necesita cumplir con los requisitos de Liga: alambrado perimetral, vestuarios, iluminación y servicios.
Las opciones de colaboración son: $2.000 para la luminaria; con $5.000 para el alambrado; y $20.000 para completar 1 m² de cancha. Quienes colaboren figurarán en un cartel en el predio y en la web del club. “Ya tenemos el predio cedido; ahora hay que hacer las canchas y todo lo que exige la Liga. Lleva trabajo y también mucha plata”, explicó Borro.
Un club que apuesta a la formación integral
Huracán de Gualeguaychú no sólo busca crecer en lo deportivo: proyecta sumar otros deportes y actividades complementarias para el bienestar de los chicos. “Hoy estamos viendo que podemos llegar a competir con más categorías. Se nos sumó la competencia del futbol femenino que no lo teníamos previsto para este año y nos está yendo rebién. Tenemos gente que quiere pensar en hockey también a futuro. La verdad que cuando visualizo así dos o tres años veo a Huracán con un equipo jugando en primera, o sea, la divisional B donde se arranca primero”, proyectó Danilo.
Entre otras ideas que se proyectan a futuro, también ya se piensa en un trabajo integral abocado para la educación de los deportistas. “Pensamos trabajar con profesionales de psicología, nutricionistas, y también con odontólogos, para trabajar el tema de la salud bucal. Es decir, queremos concretar un trabajo más integral para el bien de los chicos, que no sea solo un club de futbol”.
Por último, Danilo dejó una frase que suena mucho en estos tiempos, referido a la función social de un club y el aporte. “Una hora más en el club es una hora menos en la calle. Nosotros lo notamos: hay solidaridad, educación, disciplina… y sentido de pertenencia. Los chicos participan también del mantenimiento del predio y decían: ‘Nos venimos un fin de semana y limpiamos entre todos’. Ellos ven el esfuerzo y lo valoran”.