Grupos feministas ad se sumaron a la ola de manifestaciones que recorrieron distintos puntos del país en reclamo de justicia por las víctimas del triple femicidio ocurrido días atrás. La convocatoria reunió a mujeres atravesadas por la necesidad de políticas con perspectiva de género.
Por Mónica Farabello
La concentración tuvo lugar en el mirador de Costanera, a metros del Puente Méndez Casariego. Carteles improvisados y flores con los nombres de las mujeres asesinadas fueron la primera postal de una jornada que, sin grandes estructuras organizativas, se sostuvo en la fuerza colectiva y en la convicción de que la calle sigue siendo el lugar desde donde se alzan los reclamos.
La iniciativa partió de Enredada Feminista Gualeguaychú – Pueblo Belgrano, organización que viene sosteniendo acciones de visibilización y acompañamiento frente a los casos de violencia de género.
Desde el inicio, la propuesta fue clara: no se trataba de un acto formal ni de una marcha con recorrido establecido, sino de un espacio de encuentro abierto donde cada persona pudiera expresarse.
“Convocamos, como lo hemos hecho miles de veces, nuevamente a las calles contra el atropello, el aniquilamiento y para que dejen de matarnos. Creo que tenemos mucho para decir”, señalaron desde la agrupación al abrir la asamblea. La invitación incluyó la realización de carteles y la participación en un micrófono abierto para leerlos o compartir reflexiones.
Según explicaron, se debatió mucho qué hacer para darle un sentido simbólico al encuentro y finalmente se resolvió montar ese espacio como una ofrenda y una manera de “ponerle nombre” a quienes ya no están. Además, para comenzar, se realizó un minuto de silencio en respeto a quienes fueron asesinadas.
El reclamo frente a los medios
Uno de los ejes centrales de la intervención fue la crítica al tratamiento mediático del caso. Las presentes coincidieron en que, frente a cada femicidio, los discursos hegemónicos tienden a desviar la atención hacia la vida privada de las víctimas, relativizando la violencia o incluso poniendo en duda si se trató de un crimen de género.
“El mal manejo de los medios nos vuelve a enloquecer con discursos donde se habla de las víctimas culpabilizándolas, distorsionando lo ocurrido y haciendo que tengamos que explicar, una y otra vez, lo que debería estar claro. Nos encontramos pensando nuevamente si fue o no un femicidio, y esto es insoportable”, señaló una integrante de Enredada Feminista.
La reflexión fue acompañada por gestos de asentimiento de las presentes, que reforzaron la idea de que el reclamo no solo apunta al Poder Judicial y a los gobiernos, sino también a los medios de comunicación que reproducen estereotipos y dificultan la comprensión social de la problemática.
“Por las que ya no tienen voz”
La referente de género, Belén Biré, conversó con EL ARGENTINO, y destacó la importancia de seguir ocupando las calles y de no ceder.
“Tenemos que seguir poniendo nuestra voz por aquellas que ya no la tienen. Y sí, tendremos que explicar mil veces lo que significa un femicidio, pero lo haremos juntas, porque no nos vamos a callar”.
“La iniciativa es a nivel país y en cada punto replicamos esta acción. Hoy hay una concentración muy grande en la provincia de Buenos Aires, y desde el día en que se supo que había sido un triple femicidio ya hubo compañeras en las calles manifestándose. Acá en Gualeguaychú también nos movilizamos y pedimos justicia por Brenda, Lara y Morena”.
Biré puso el acento en un debate recurrente: la necesidad de volver a explicar, una y otra vez, por qué se trata de un femicidio. “Tenemos que aclarar si las chicas ejercían la prostitución o no, por qué se pone tanto el foco en las víctimas y no en los victimarios. Estamos en un contexto que propicia estos planteos públicos, incluso desde algunos medios y funcionarios del Gobierno que han llegado a negar que fue un femicidio. Hay un retroceso discursivo e institucional que habilita este tipo de discursos negacionistas”.
La referente de género fue contundente al vincular el problema con el marco político actual: “Este contexto tiene que ver directamente con el gobierno nacional y con los gobiernos que niegan lo que nos pasa a las mujeres. No solo lo niegan, sino que llevan adelante acciones y políticas que lo demuestran. La eliminación del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad y sus programas, la decisión de no acompañar en la ONU declaraciones internacionales sobre violencia de género, o discursos como los que el presidente Milei dio en Davos, donde negó los femicidios y nos ubicó a las mujeres como enemigas públicas, muestran claramente esta postura”.
Para Biré, la consecuencia es directa: “Sin un Estado presente, los femicidios van a seguir existiendo. Y no solo en cantidad, sino también con la crueldad que vimos en este caso, con una absoluta deshumanización sobre nuestros cuerpos. Eso es lo que tenemos que analizar y denunciar”.