Un funcionario público debe dar el ejemplo en todas sus formas, pero en los últimos meses han sido protagonistas de escándalos de proporciones y el origen siempre es el mismo: manejar borrachos. Pasó con el concejal Lesik y ahora el colmo: la Directora de Tránsito de Pueblo Belgrano.
Redacción EL ARGENTINO
La Directora de Tránsito de Pueblo Belgrano, Araceli Soressi, protagonizó un nuevo episodio polémico en el departamento Gualeguaychú, al dar positivo en un test de alcoholemia y, según testigos, intentar eludir el control aludiendo a su cargo como funcionaria municipal.
El hecho ocurrió en la madrugada del domingo 10 de agosto, a pocos metros de un reconocido boliche de la Costanera de Gualeguaychú. Testigos aseguraron que Soressi, al ser sometida al control de alcoholemia, habría manifestado ser funcionaria para intentar evitar la sanción.
De acuerdo a la información recabada, la funcionaria registró 0,9 gramos de alcohol en sangre, superando ampliamente el límite permitido para conducir. Se trataría, además, de la segunda vez en el año que Soressi da positivo: el primer caso habría ocurrido en el verano.
Precedentes y contexto político
Este episodio se suma al reciente caso del concejal Maximiliano Lesik, de Gualeguaychú, quien fue detectado con alcoholemia positiva tras un choque y, pese a que el intendente Mauricio Davico le pidió la renuncia, logró retener su banca en el Concejo Deliberante.
Varios días después y cuando el caso trascendió por los medios de comunicación, el intendente de Pueblo Belgrano, Francisco Fiorotto, decidió removerla del puesto. En un escueto comunicado que fue enviado a los medios desde prensa institucional del municipio y con el fin de callar las críticas a la gestión y el accionar de una de sus funcionarias, Fiorotto expresó: “Quiero aclarar de manera directa y sincera lo sucedido ante las versiones periodísticas que circulan sobre la Directora de Tránsito de la Municipalidad de Pueblo General Belgrano. El domingo 10 de agosto, la funcionaria —quien en ese momento estaba de licencia— fue sometida a un test de alcoholemia en Gualeguaychú (Costanera) y superó el límite permitido. Ella misma me informó lo ocurrido y ya afrontó la sanción correspondiente, abonando la multa y recuperando su vehículo. No obstante, y debido a la responsabilidad del cargo que desempeña, he decidido separarla de sus funciones. Saludos y gracias”.
El caso reaviva el debate sobre la responsabilidad política y ética de funcionarios y concejales: ¿Están exentos de dar el ejemplo fuera de su horario laboral o incluso durante licencias?
La controversia no solo pone en entredicho la imagen de Francisco Fiorotto, sino que también plantea un interrogante sobre los estándares de conducta que deben cumplir quienes ocupan cargos públicos.