
Detrás del brillo de los guantes hay una historia marcada por la constancia, la superación personal y una tenacidad forjada a fuego en los entrenamientos y en la vida.

Redacción EL ARGENTINO
El boxeo femenino en Gualeguaychú ha vivido una transformación notable en los últimos años, pasando de ser una actividad marginal a consolidarse como un espacio de crecimiento. EL ARGENTINO conversó con uno de los motores de este cambio, Ángel Dulche, que ha llevado un trabajo sostenido desde hace más de una década formando boxeadoras. Su pupila más destacada, Nahir Erlin, es un claro ejemplo de esta evolución.
Nahir Erlin volvió a dejar su marca en el cuadrilátero. En su sexta presentación como profesional en el escenario del Polideportivo Norte, la joven boxeadora venció por nocaut a la uruguaya Demaris en el quinto round, manteniendo su invicto y ratificando que su talento no tiene techo.

Boxear a los 13 años
Nahir Erlin comenzó a boxear a los 13 años, cuando apenas estaba por cumplir 14. “Inicié con Nahir hace 10 años”, contó su entrenador Ángel Dulche a EL ARGENTINO. “Ella era una nena. Hoy, después de tanto tiempo, seguimos entrenando juntos y viendo cómo crece como atleta y como persona”.
El recorrido de Nahir es tan extenso como inspirador: 47 peleas amateur, una medalla de bronce en los Juegos Evita, campeona regional, campeona interprovincial, campeona nacional. Participó en torneos en San Juan, Mar del Plata, y fue la primera boxeadora profesional formada en el club “El Círculo Camionero”.
Según Dulche, “Nahir fue la primera boxeadora profesional y con más recorrido en el camino amateur”.
Cuadrilátero, también en la vida
Sin embargo, no todo fue fácil. Nahir sufrió una pérdida devastadora: el fallecimiento de su madre. “Tuvo un altibajo, como cualquier persona en ese momento, pero continuó. Jamás abandonó”, valoró Dulche con emoción. Esa resiliencia fue lo que sostuvo su camino cuando todo parecía más difícil.
El presente la encuentra sólida, confiada y con el respaldo de un equipo que la acompaña con convicción. “Hoy estamos bien, estamos cómodos. Nos sentimos acompañados. Sinceramente hay un buen apoyo, y mucha gente se está sumando al boxeo”, afirmó su entrenador. “Hoy podemos hacer eventos más sencillos. Antes era más difícil, pero fuimos laburándolo de a poco”, reflexionó el referente deportivo.

El boxeo femenino en Gualeguaychú
El boxeo femenino en Gualeguaychú ha crecido notablemente en los últimos años, consolidándose como una disciplina con fuerte presencia local y proyección regional. Este desarrollo se refleja tanto en la cantidad de competidoras como en la calidad de los eventos organizados.
Dulche destacó en diálogo con el EL ARGENTINO el crecimiento del deporte a nivel local. “El boxeo está creciendo mucho en la ciudad. Eso nos motiva a seguir. Actualmente entreno solo a Nahir y a Julieta Gatí, otra chica con mucho potencial”.
Otros gimnasios como Boxing Doggo, dirigido por el técnico Juan Carlos Martínez, también impulsan el desarrollo del boxeo femenino. Allí entrenan chicas como Magalí Benedetti, quien debutó recientemente en Buenos Aires, e Iralí Maglione, que se prepara para su primera pelea.
La infraestructura también ha mejorado. Espacios como el Polideportivo Norte se han convertido en escenarios habituales para veladas de boxeo, donde las mujeres tienen un lugar protagónico. Estos eventos, que antes eran esporádicos y de bajo perfil, hoy cuentan con el respaldo de clubes, entrenadores y una comunidad que acompaña.
Gualeguaychú vive un momento de expansión en el boxeo femenino, con figuras emergentes, espacios de entrenamiento comprometidos y una comunidad que acompaña. Un semillero que promete seguir dando que hablar.
La historia de Nahir no es solo la de una boxeadora invicta. Es la de una joven que, golpe a golpe, fue construyendo un camino de perseverancia. Una historia donde los rounds más difíciles se pelearon fuera del ring. Y ahí también salió vencedora.
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