En una charla más que emotiva, plagada de sensaciones intensas, Vale Bassini destacó para EL ARGENTINO la importancia de haber sido seleccionada para participar del 3º Congreso Latinoamericano de Gestión Cultural “Acción cultural para la transformación social”, que se desarrollará en la ciudad de Guadalajara, Jalisco (México).

Gestora cultural con 16 años de trayectoria dedicada a la cultura autogestiva e independiente, como lo demuestra su trabajo sostenido al frente de la Sala Sinergia, Bassini será la embajadora cultural de Gualeguaychú en este importante encuentro continental. De Gualeguaychú a México, representará el trabajo colectivo y el esfuerzo de años de gestión en el ámbito independiente, con la expectativa de regresar “recargada de experiencias y aprendizajes”.

“Lo siento como un logro enorme a todo el trabajo que le he puesto estos 16 años a la sala, al trabajo en el Consejo Provincial de Teatro Independiente, a la Ley Provincial de Teatro, y a todo lo que hago junto a instituciones intermedias, escuelas y organismos no gubernamentales. Acá está todo un trabajo en conjunto de muchas voluntades, de muchas personas”, expresó con emoción. “No crecemos solos, lo hacemos en colectivo, y creo que esto va a ser un crecimiento para todos los que me rodean también, porque es así”.

Sobre el Congreso

El encuentro está impulsado por la Red Latinoamericana de Gestión Cultural (REDLGC) y busca “construir en colectivo un debate sobre las implicaciones conceptuales, metodológicas, operativas, políticas, éticas y estéticas de la acción cultural orientada a la transformación social”.

Bassini explicó que su participación surgió casi de manera fortuita, aunque siempre tuvo el objetivo de poder llegar.

“Me inscribí a ciegas en abril. En agosto me llega la carta de invitación y faltaba muy poco tiempo, así que por suerte pude tramitar los pasajes gratuitos en Cancillería y también los terrestres desde Cultura. Fue todo muy rápido, como si el universo me confirmara que tenía que ir”.

El Congreso ofrecerá actividades presenciales y virtuales a cargo de distintos agentes culturales nacionales y extranjeros, provenientes de ámbitos públicos, privados, comunitarios y universitarios.

La experiencia y el aprendizaje

Convencida de que la gestión cultural implica un aprendizaje constante, Bassini considera que esta experiencia le permitirá seguir creciendo y compartiendo saberes.

“Siento que es una oportunidad enorme para traer a casa nuevas herramientas y trasladar lo aprendido a mis trabajos y proyectos. Siempre desde lo independiente, pero también construyendo nuevos vínculos y redes que posibiliten alianzas a futuro con gente de otros lugares”.

La gestora destaca, además, la necesidad de fortalecerse colectivamente en tiempos difíciles, donde la autogestión, combinada con un contexto de recesión económica, pone a prueba los proyectos comunitarios.

“La idea es aprender como una esponjita todo lo que pueda y traerme muchas transformaciones, tanto personales como profesionales. Creo que llega en un momento justo, donde necesito fortalecerme para poder seguir dando”.

Un logro colectivo

Bassini enfatiza que este reconocimiento no le pertenece únicamente a ella, sino a toda una comunidad cultural que la acompaña desde hace años.

“Quiero decir que me llevo en la valija un montón de gente que me ayudó, desde quienes me dieron información o me ayudaron con trámites hasta quienes me compraron una rifa para que pueda viajar. Agradezco enormemente la alegría colectiva que se generó por esta oportunidad”.

La gestora asegura que esta vivencia servirá también para ampliar su mirada sobre el trabajo cultural y fortalecer los proyectos locales.

“En base a eso surgen siempre mis proyectos y creo que esto me va a dar una mirada mucho más amplia de qué es lo que pasa en otros territorios y cómo se trabaja en otros países. Seguramente va a hacer que Sinergia crezca, y que todos los trabajos con los que estoy involucrada crezcan también, porque me ha pasado así en otras oportunidades a nivel nacional”.

“Todo lo que he gestado en mi vida, todo lo que he gestionado y todo el crecimiento de Sinergia ha sido parte de una suma de voluntades y de un montón de gente que ha ido construyendo comunidad alrededor nuestro. Me llevo muchos corazones en la valija, eso siento. Estoy muy agradecida con toda la gente que me ha apoyado de distintas formas”.

Para Valeria, esta experiencia no es solo personal, sino también un reflejo del trabajo conjunto, especialmente en momentos donde predominan el individualismo y el mérito propio.

“La comunidad que hemos ido construyendo es lo más valioso. No crecemos solos, crecemos en colectivo. Y creo que este viaje será un crecimiento para todos los que me rodean, porque no se puede solo”.