Redacción EL ARGENTINO
Diego Santilli asumirá este martes como ministro del Interior en un acto previsto para las 15 en el Salón Blanco de la Casa Rosada, donde jurará ante el presidente Javier Milei y el resto del Gabinete. Su llegada al cargo marca un intento del Gobierno por recomponer el vínculo con los gobernadores y ordenar la agenda política y fiscal de los próximos meses.
La designación del exvicejefe de Gobierno porteño se confirmó a fines de octubre, aunque su asunción se demoró por cuestiones legislativas. La Libertad Avanza (LLA) necesitaba garantizar el dictamen favorable del Presupuesto 2026 en la Cámara de Diputados antes de aceptar su renuncia al escaño. Con el despacho emitido la semana pasada y el apoyo del PRO y la UCR, Santilli dejó su banca y fue reemplazado por Nelson Marino, quien ocupará el lugar hasta el 10 de diciembre.
En su lugar, a partir de esa fecha, asumirá Rubén Torres, dirigente libertario de Ezeiza y hombre cercano a Sebastián Pareja, referente bonaerense de LLA. Mientras tanto, Santilli ya comenzó a actuar como articulador político del Ejecutivo nacional.
El viernes, mantuvo en la Casa Rosada reuniones con Ignacio Torres (Chubut) y Raúl Jalil (Catamarca), acompañado por el jefe de Gabinete, Manuel Adorni. Según trascendió, las conversaciones giraron en torno a la continuidad de obras públicas, las transferencias pendientes y la estrategia parlamentaria para el cierre del año.
La ronda de contactos continuará esta semana con los gobernadores Martín Llaryora (Córdoba) y Marcelo Orrego (San Juan). Desde el Ejecutivo explicaron que el objetivo es sumar consensos para el paquete de reformas que Milei planea enviar al Congreso durante las sesiones extraordinarias, previstas entre el 10 y el 31 de diciembre.
Con experiencia en gestión y vínculos transversales, Santilli es visto dentro del oficialismo como una figura capaz de tender puentes con distintos sectores. Su desembarco en Interior busca dotar de una impronta más política a un Gobierno que, hasta ahora, había concentrado su acción en la economía y en los recortes del gasto público.
La expectativa en la Casa Rosada es que la gestión del nuevo ministro permita avanzar hacia una etapa de acuerdos más estables con las provincias, especialmente en un contexto en el que la Casa Rosada necesita respaldo legislativo para sostener su programa de reformas.