La bancada del oficialismo nacional sufrirá un recorte inesperado desde diciembre: los legisladores radicales que participaron de los acuerdos electorales con La Libertad Avanza (LLA) en Entre Ríos, Mendoza y Chaco resolvieron que no formarán parte del interbloque libertario, sino que se integrarán al bloque de la UCR. La decisión fuerza a recalcular el número de bancas alineadas al presidente Javier Milei y vuelve a encender la puja por el control del radicalismo a días de la renovación del Comité Nacional.

Uno de los casos más resonantes es el de Entre Ríos. Darío Schneider, ministro de Planeamiento de Rogelio Frigerio y único radical que sobrevivió a las condiciones impuestas por la Casa Rosada para integrar la lista de octubre, confirmó que se sumará al bloque de la UCR. El dirigente, históricamente enfrentado al gobernador en las internas, había ocupado el tercer lugar de la nómina parlamentaria detrás de Andrés Laumann (LLA) y Alicia Fregonese (PRO).

Schneider evitó participar de los festejos del frente en Paraná la noche del triunfo y celebró en Crespo arropado por la bandera radical. Consultado por Infobae, fue categórico: se sentará en la bancada boina blanca. En el entorno de Frigerio relativizaron el movimiento: aseguran que el diputado electo seguirá votando en línea con los intereses provinciales y que su pertenencia partidaria no altera su lugar dentro del proyecto político entrerriano.

En Chaco, la senadora electa Silvana Schneider —vicegobernadora de Leandro Zdero— y el diputado Guillermo César Agüero también confirmaron que reportarán al bloque radical. En esa provincia, la alianza entre el oficialismo local y LLA ganó por un margen ajustado tras una campaña en la que Zdero había atenuado los vínculos con el gobierno nacional para evitar costos políticos.

El mismo camino seguirá Pamela Verasay, diputada electa por Mendoza detrás de Luis Petri. La legisladora, cercana a Alfredo Cornejo, también optará por integrarse al bloque de la UCR, pese a haber competido dentro de la estructura libertaria provincial.

Estos movimientos ocurren a horas de que asuman los legisladores electos y de que el radicalismo deba renovar sus autoridades nacionales. La conducción de Martín Lousteau caduca esta semana y el diputado porteño ya anticipó que se incorporará a Provincias Unidas, el espacio que agrupa a los gobernadores radicales distanciados de LLA.

En el centro de la disputa aparece la figura del correntino Gustavo Valdés, uno de los pocos dirigentes radicales que logró retener poder territorial en 2025 y que busca proyección nacional para el 2027. La diáspora interna, las derrotas electorales y la falta de una estrategia común tensan aún más un escenario partidario marcado por la incertidumbre.