Redacción EL ARGENTINO
La actividad fue impulsada por la ONG Patitas, Padres TEA, Provoín y un grupo de proteccionistas locales. Entre ellas, Coqui Carbó, referente del bienestar animal en la ciudad, quien fue una de las voces centrales del encuentro.
La propuesta apuntó a visibilizar las múltiples dimensiones del daño que produce el uso de pirotecnia. “No es un solo ruido, son miles, todos juntos, y se vuelven insoportables. La pirotecnia entra sin permiso en los hogares, donde no sabemos qué está pasando: quizá hay un bebé enfermo, un niño con autismo, animales asustados. Nadie debería sentir miedo o angustia por algo que ocurre afuera”, expresó Carbó, remarcando que la celebración no debería convertirse en un motivo de sufrimiento para otros.
Durante toda la tarde, voluntarios distribuyeron folletos informativos y conversaron con vecinos y turistas, insistiendo en la necesidad de ponerse “en el lugar del otro”. La campaña busca recordar que concientizar no implica prohibir la alegría, sino asumir que se vive en comunidad y que cada decisión repercute en quienes nos rodean. “No pedimos que se apague la fiesta. Pedimos que se encienda la consideración”, sintetizó Carbó.
La actividad también se apoyó en la ordenanza municipal que prohíbe la pirotecnia en Gualeguaychú. Sin embargo, desde el sector proteccionista señalan que la normativa necesita mayor presencia estatal para ser efectiva.
Reclamaron más controles intensivos en los barrios donde se denuncia la venta ilegal, pidieron campañas públicas de difusión y acompañamiento concreto a las organizaciones que trabajan en la temática.
“Hablamos de responsabilidad ciudadana, pero también existe la responsabilidad del funcionario de facilitar y ponerse a disposición del voluntariado, que hace un enorme esfuerzo económico y humano”, cuestionó la proteccionista.
Carbó insistió en que cada detonación de un segundo puede arruinar la noche para miles de familias. Aun así, cada fin de año se repiten frases como “es solo un ratito” o “no exageren, siempre se hizo así”. Para las organizaciones, el cambio cultural requiere constancia, empatía y presencia del Estado. “El bienestar de todos es lo que debería importar, y más aún a quienes hoy tienen el privilegio y la oportunidad de cambiarlo”, remarcó.
El compromiso de las más pequeñas
Un capítulo especial lo protagonizaron Albertina y Alfonsina, de 10 y 8 años, quienes participaron activamente de la jornada. Recorrieron el centro, hablaron con vecinos y explicaron por qué están en contra de la pirotecnia y por qué consideran necesario respetar la prohibición vigente desde el 2016.
Después de cada charla entregaban un dibujo hecho por ellas y un caramelo, gesto que sorprendió y emocionó a muchos de los presentes. Para las organizaciones, su participación simboliza la fuerza del mensaje cuando nace de la ternura, el compromiso y la conciencia temprana.
Críticas y propuestas
Las críticas también alcanzaron a la gestión municipal. Según denunciaron los proteccionistas, “no hay recursos suficientes destinados a campañas de prevención ni programas que aborden problemáticas como la tracción a sangre, mientras que sí se han destinado fondos para obras cuestionadas, como el cerramiento del puerto”.
Para las organizaciones, ese contraste revela una falta de prioridades en un tema que afecta de manera directa a personas vulnerables y animales.
La jornada concluyó con un pedido claro: reforzar el cumplimiento de la ordenanza, acompañar a las organizaciones y sostener campañas permanentes. Porque, tal como repiten quienes trabajan cada día con los más afectados, la pirotecnia no es solo un ruido: es una decisión colectiva que puede transformar una fiesta en angustia o en inclusión.
Qué dice la ordenanza vigente
Tal como detalla la ordenanza aprobada en diciembre de 2016 por el Honorable Concejo Deliberante, a partir del 1 de marzo 2017 se encuentra prohibido "el uso, fabricación, depósito y comercialización, tanto en carácter minorista como mayorista, de artificios pirotécnicos en todo el ejido de la Municipalidad de San José de Gualeguaychú”
La prohibición incluye a los denominados “Globos aerostáticos” o similar, en tanto constituyen riesgo potencial de incendio. Quedan excluidos de la ordenanza los artificios pirotécnicos usados para señales de auxilio, emergencias náuticas, para el uso de las fuerzas armadas, de seguridad y/o defensa civil.
Para realizar denuncias los vecinos podrán comunicarse al teléfono 423399.
Los artificios explosivos generan efectos perjudiciales, que impactan negativamente en la salud y seguridad de las personas, aumentan la ocurrencia de accidentes y generan contaminación ambiental por los efectos lumínicos, sonoros y químicos. Estos últimos afectan particularmente animales (silvestres y domésticos), ya niños y adultos mayores.
Así también, los ruidos emanados por el uso de pirotecnia pueden generar en los seres humanos y animales: taquicardia, temblores, aturdimiento, pérdida de control, miedo y/o muerte; provocando además grandes molestias, trastornos permanentes a las personas que no comparten esta forma de festejos, o personas enfermas con determinadas patologías.