Redacción EL ARGENTINO
El sujeto fue aprehendido en la madrugada de este lunes en Urdinarrain, acusado de agredir físicamente a su pareja, una mujer de 36 años, en un episodio de violencia de género. La detención se concretó tras una doble intervención policial y una consulta directa con la Fiscalía de Género de Gualeguaychú.
Todo comenzó alrededor de la 1.30 de la madrugada, cuando personal policial de la localidad se dirigió a la intersección de Roque Sáenz Peña y Arturo Illia. El desplazamiento se produjo a raíz de un llamado de alerta de vecinos, quienes daban cuenta de una situación de violencia en la vía pública.
Al llegar, los agentes tomaron contacto con la mujer, de 36 años, quien relató que, en el marco de una discusión, su pareja la había agredido propinándole una patada. En ese momento, la víctima manifestó su intención de formalizar la denuncia, por lo que fue trasladada a la dependencia policial para iniciar el trámite legal y recibir asistencia.
Sin embargo, una vez en la Comisaría, la mujer dio un paso atrás. De manera inesperada, desistió de radicar cualquier tipo de denuncia, rechazando también la asistencia médica y la firma de documentación. La Fiscalía de Género en turno fue informada de este cambio, ordenando la confección de un informe detallado.
Reincidencia y aprehensión
Pocos minutos después, la situación tomó un giro inesperado. La mujer se retiró de la comisaría visiblemente alterada y, a tan solo una cuadra del lugar, en las calles San Martín y Pellegrini, fue encontrada nuevamente junto al hombre que acababa de denunciar.
Ante la reaparición de la pareja en el mismo espacio y la continuidad del contexto de vulnerabilidad, la Policía procedió a una segunda intervención inmediata. Se comunicó la novedad nuevamente a la fiscal interviniente, quien finalmente dispuso la aprehensión del hombre de 29 años.
El agresor fue notificado de sus derechos y trasladado al nosocomio local para el correspondiente examen médico. En cuanto a la víctima, se retiró del lugar acompañada por un amigo, manteniendo su postura de no presentar cargos, negándose a ser entrevistada o examinada por los profesionales.
Para dar continuidad a las actuaciones y sostener la causa más allá de la ausencia de denuncia formal por parte de la víctima, el personal policial tomó declaración testimonial del amigo que la asistía y de un vecino de la zona que presenció los hechos.