Redacción EL ARGENTINO
Ubicado desde su inauguración en el mismo local, el espacio se consolidó como un punto de referencia en Gualeguaychú, elegido tanto por vecinos como por visitantes de distintos puntos del país.
La apertura se dio pocos días antes de las fiestas de fin de año, hace ya tres años, y desde entonces el crecimiento fue constante y, sobre todo, natural. “Muchas personas podrían comprar online o en otros lugares, pero eligen venir al almacén”, cuenta Andrés Conde, creador y alma del proyecto. Esa elección también se refleja en la tienda online, www.elalmacendeandres.com.ar, desde donde llegan pedidos de Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, Salta y hasta a Ushuaia, y muchas otras ciudades.
El Almacén de Andrés se volvió, con el tiempo, “el almacén más famoso de la ciudad”, una definición que no surge del marketing sino del afecto de la gente. Saludos en la calle, pedidos de fotos, mensajes de cariño y reconocimiento forman parte de la cotidianeidad. Esa devolución constante es, para Andrés, el mayor logro y también el motor que impulsa cada día.
La propuesta del local combina objetos de decoración, regalos y productos para el hogar: jarras térmicas, bandejas, organizadores, lámparas, alfombras, mantas, relojes de arena, velas, almohadones y mucho más. Pero hay un diferencial clave: una parte importante de lo que se vende es de producción propia. Difusores, sprays home, velas de cera de soja artesanales, almohadones materos y manteles anti-manchas impermeables forman parte de la marca que identifica al almacén ¿Qué Team Sos? desarrollada con dedicación y compromiso.
Más allá de los productos, quienes visitan el local destacan la experiencia: el clima, los aromas, la calidez y la energía positiva. “La buena onda, la empatía y la conexión con la gente son el verdadero éxito”, resume Andrés. En un contexto social complejo, esa alegría y espontaneidad que también se reflejan en sus redes sociales generan identificación y cercanía, llegando a públicos de todas las edades.
El recorrido no estuvo exento de momentos difíciles. En estos tres años también hubo pérdidas personales profundas, que forman parte de la historia humana detrás del proyecto. Lejos de ocultarlo, Andrés elige mostrarse tal cual es, con días de alegría y otros de emoción, entendiendo que esa honestidad es lo que permite llegar al corazón de las personas.
Sin venir del rubro comercial tradicional y tras una extensa experiencia en el mundo de los eventos y la decoración, el Almacén de Andrés nació como una búsqueda de lo simple, de lo cercano y de lo auténtico. Hoy, ese concepto inicial sigue intacto: atender personalmente, compartir un mate, conversar y generar un momento que muchos se llevan como recuerdo, además de una compra.
Al cumplir tres años, el agradecimiento a la comunidad de Gualeguaychú es central. Por el apoyo, el cariño y la generosidad que acompañaron este camino. El Almacén de Andrés celebra no solo un aniversario, sino una forma de vincularse, de emprender y de construir desde la buena energía, con la convicción de que lo más valioso es el encuentro con el otro.