Redacción EL ARGENTINO
Jorge Luis Mattos, conocido por su apodo de “Chavo”, es un sujeto de 46 años que tiene distintos ingresos a la Policía, aunque sin antecedentes computables; y en agosto pasado fue detenido por personal de la Comisaría Segunda tras haber sido denunciado por una tentativa de robo agravado.
Ese 10 de agosto por la madrugada, poco después de las 3.30, Mattos sorprendió a dos hermanos que se encontraban durmiendo en una de las oficinas del abandonado viejo molino, sobre la intersección de calles Estrada y Alberdi, y amenazándolos con un caño en una mano y un cuchillo en la otra, les exigió que les entregaran el dinero que tuvieran y los teléfonos celulares.
Las víctimas se resistieron y fue allí que uno de ellos recibió un golpe en su cabeza, originándole lesiones en el ojo y en la nariz. El otro saltó a defender a su hermano y también recibió un golpe en su cabeza con el hierro, que le causó un corte profundo en el cuero cabelludo.
La situación no quedó allí. Mattos utilizó el cuchillo de cocina que tenía en su otra mano y a uno de ellos le propinó dos puntazos en el cuello, en la región cervical. Pero mientras le asestaba las heridas con el arma blanca, la otra víctima pudo desarmarlo del pesado hierro que tenía y con ese mismo objeto comenzó a defenderse y logró que Mattos huyera del lugar sin llevarse absolutamente nada.
Las víctimas abandonaron el predio y se dirigieron a denunciar lo sucedido. Media hora después, la Policía logró localizar a Mattos en calle Asisclo Méndez, pocos metros antes de llegar a la intersección con calle Inchausti. En ese momento le secuestraron el cuchillo metálico, de filo liso, con el que agredió a uno de los hermanos.
Poco más de dos meses después, en los Tribunales de Gualeguaychú se realizó el juicio contra este sujeto de 46 años y se lo condenó a 3 años y 6 meses de prisión efectiva por el delito de robo agravado por el uso de armas en grado de tentativa.