Redacción EL ARGENTINO
La campaña arrocera en Entre Ríos atraviesa avances importantes y, al mismo tiempo, dificultades agronómicas que condicionan su desarrollo inicial. Según el Sistema de Información de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos (SIBER), la siembra alcanzó el 94% de las 59.000 hectáreas previstas, pero la implantación muestra nacimientos desuniformes por el impacto climático registrado durante octubre.
La falta de lluvias al inicio del período de siembra y las temperaturas inusualmente bajas retrasaron la emergencia del cultivo en buena parte del área implantada. Aunque las precipitaciones de las últimas semanas ayudaron a mejorar la situación, persisten diferencias de crecimiento entre lotes y dentro de los mismos. En algunos casos, técnicos y productores evalúan la necesidad de resembrar sectores afectados para asegurar una densidad adecuada.
El informe del Siber también dio cuenta de dificultades en el control de malezas resistentes, entre ellas capín, una de las más problemáticas para el cultivo en la provincia. La combinación de estrés hídrico temprano, frío y presión de malezas configura un escenario complejo para la campaña, que continúa su marcha con un alto porcentaje de superficie sembrada, pero con desafíos que requerirán ajustes durante las próximas semanas.
El sector sigue atento a la evolución del clima y a la eficacia de los tratamientos de control, en un contexto de márgenes ajustados y creciente sensibilidad a los costos productivos.