Redacción EL ARGENTINO
Un sapo de gran tamaño —de aproximadamente 22 centímetros— habría sido el responsable del trágico desenlace y tras alertar a los Bomberos Voluntarios, dos efectivos tomaron la precaución necesaria y trasladaron al animal a una veterinaria.
Según relataron los dueños de los animales a Radio Cristal, los tres perritos salieron al patio luego de la cena y minutos después escucharon sus quejidos. Al salir al patio descubrieron que dos de ellos ya estaban sin vida y temiendo que se tratara de algún tipo de envenenamiento, observaron en la vereda la presencia de un sapo gigante.
Una médica veterinaria confirmó que es posible que ese animal haya provocado la muerte de los perros. Explicó que se trataría de un sapo de caña (conocido también como Cane Toad), una especie originaria de América, que habita mayormente en el norte del país, que segrega una toxina altamente peligrosa para perros y gatos.
“Cuando un perro lame o muerde uno de estos sapos, la toxina puede causar un infarto o paro cardíaco casi inmediato”, advirtió la profesional. Además, solicitó alertar a la población, ya que podrían aparecer más ejemplares. “La intoxicación en humanos es poco común”, señaló y que en el caso en humanos, puede generar ardor. “La toxina se segrega en la superficie de la piel del sapo, como mecanismo de defensa. La gran mayoría de los sapos lo tienen, por lo tanto, es el contacto directo lo que puede desencadenar una intoxicación", agregó.